Mucho más que un 4 a 0
10 de abril de 2009Es natural que, luego de las estrepitosas derrotas ante Wolfsburgo en la Bundesliga (1-5) y frente al FC Barcelona en la Champions League (0-4 en el partido de vuelta), se especule sobre el futuro del entrenador del equipo bávaro, Jürgen Klinsmann.
Se trata en ambos casos de exhibiciones totalmente contrarias a lo que se imaginaban quienes financian al club muniqués cuando gastaron más de 70 millones de euros en jugadores como Franck Ribery y Luca Toni, al inicio de la temporada anterior.
Pero el ex entrenador de la selección alemana de fútbol no se separará del conjunto campeón de Alemania, por lo menos hasta que se decida el destino del torneo 2008-2009 del fútbol alemán.
Divorcio a la alemana
O dicho de otro modo, hay razones de peso para suponer que el divorcio, aunque por momentos parezca seguro, no ocurrirá pronto. Una de ellas está en las palabras Karl-Heinz Rummenigge, directivo del Bayern, cuando dijo hace semanas que “la factura definitiva será la de verano”, en referencia al desempeño de Klinsmann como técnico. Los ejecutivos del Bayern, con toda la parsimonia del caso, esperarán a ver el panorama completo antes de despedir o refrendar al técnico.
Otras causales se derivan de lo estrictamente futbolístico. Una de ellas es innegable: aunque el Bayern München esté herido, no se le puede descartar de la lucha por el título alemán. Y sería insensato traer a un entrenador nuevo mientras el cuadro esté plenamente involucrado en esta cerrada competencia.
Los números no mienten. Una combinación matemática podría ubicar al Bayern como líder del torneo en veinte días o menos. Para ello se requerirían algunas condicionantes difíciles pero no imposilbes; por ejemplo, que Wolfsburgo perdiera ante Mönchengladbach y Bayer Leverkusen en sus próximos partidos.
Hamburgo por su parte va esta jornada contra Stuttgart en un encuentro difícil, y luego se enfrentará al incierto Hannover 96. Ninguno de los triunfos está garantizado para los hamburgueses de Paolo Guerrero.
Desde esta perspectiva, podríamos decir incluso que la circunstancia le es propicia al Bayern, que en las próximas fechas se enfrentará a los débiles Frankfurt y Bielefeld. Así que en ese punto hay mucho por esperar del equipo campeón.
Millones en juego
¿Qué pasaría si el Bayern conquista el título alemán? Aquí la directiva tendría una decisión difícil. Aún en este caso podría hablarse claramente de un fracaso, pues la intención de los directivos del conjunto hegemónico en la historia del balompié germano era llevarse al mismo tiempo el trofeo nacional y el de la Champions League.
Pero otros números entrarían en juego si el Bayern se corona en Alemania. Klinsmann firmó contrato hasta 2010, y rescindirlo seguramente le costaría al club una enorme cantidad que no podría invertir en la compra de los jugadores que necesita. Un lujo que muchos cuestionarían si el Bayern logra el bicampeonato.
Si por el contrario, el Bayern no resulta campeón, las cosas serán mucho más claras: el cese de Klinsmann a finales de mayo, cuando acabe la Bundesliga. Cueste lo que cueste.
Independientemente de todo lo anterior, la muy posible eliminación del Bayern München en la Champions League pone al equipo alemán en un curso de confrontación con su gran estrella, Franck Ribery.
El mediocampista ha expresado en varias ocasiones la exigencia de traer a jugadores de categoría mundial, como él mismo. También ha dejado entrever la posibilidad de ser transferido a un club como el Real Madrid.
Con su incertidumbre en el circuito alemán y sus derrotas internacionales, el Bayern le está quedando chico a Ribery. Y eso será un problema al cual deberá encontrar solución el actual equipo campeón, esté Jürgen Klinsmann o no.
Autor: Enrique López Magallón
Editora: Claudia Herrera-Pahl