"Morales tiene la importante labor de hacer de Bolivia una nación"
19 de diciembre de 2005Señor Hoffmann, ¿qué significa la elección de Evo Morales como presidente de Bolivia?
Es un hito histórico, enormemente importante para la cultura política de Bolivia. Por primera vez en la historia, en un país que ha vivido, y vive, una exclusión política y social tan profunda como la que existe en Bolivia, es elegido presidente una persona que se encuentra del lado de los marginados.
No es posible mantener la exclusión que hay en Bolivia y al mismo tiempo pretender ser un país democrático. Es una contradicción. Morales tiene ahora la importante labor de hacer de Bolivia una nación. Puede que estemos ante un hito feliz, o ante un hito negativo si el proceso fracasa.
¿Cree que influirá en la política de Morales el hecho de que sea indígena?
La procedencia de Morales ha sido un factor muy importante, no sólo porque se trate de un indígena, sino porque Morales tampoco es el típico político de la capital. Viene de fuera en todos los sentidos, y por eso su relación con las bases es diferente.
Cómo va a repercutir eso en su política futura no lo sabemos. De momento, sólo podemos especular. Morales va a tener que lidiar en su proceso de cambio con los poderes económicos y militares, y esa es una maniobra delicada.
¿Interesa en Alemania lo que sucede en Bolivia?
Bolivia se percibe en Alemania como un país distante. No obstante, América Latina como continente sí interesa mucho. Sobre todo, se sigue muy de cerca el desarrollo de la nueva izquierda que está surgiendo: una izquierda diferente a la tradicional, que sabe manejarse en unas elecciones. Este proceso, a nivel diplomático y de ayuda humanitaria, concentra mucha atención en Alemania.
¿Modificará en el cambio de presidente las relaciones entre Alemania y Bolivia?
Dependerá del proceso social. Bolivia es un país que recibe mucha ayuda de Alemania. Unas reformas políticas bien encauzadas serían muy positivas para el entendimiento entre los dos países. Tampoco en Alemania gusta el control que la oligarquía boliviana ejerce sobre la política y la economía del país. Sin embargo, una política de enfrentamiento social al estilo Venezuela no sería nada bueno para las relaciones bilaterales.
¿Cómo se observan en Alemania las buenas relaciones entre Evo Morales y Hugo Chávez?
El triunfo de Morales, como lo fue el de Chávez en Venezuela, es el resultado de una política económica desastrosa. Las medidas aplicadas en los últimos años han logrado estabilidad macroeconómica, pero a costa de abrir cada vez más la brecha política y social. Morales es el representante de los que no se han beneficiado de los buenos resultados.
La victoria de Morales es por ello un proceso natural. Es positiva por el hecho de que se ha producido en las urnas, democráticamente. Ahora habrá que observar cómo se desarrollan los acontecimientos. Pese a que Morales ha ganado con cierta ventaja, será el presidente de una población sumamente dividida. Las clases medias lo ven como una amenaza. La oposición actuará y hará su trabajo político. Vamos a ver si consigue encontrar un camino para las reformas que necesita el país que satisfaga a todos y no aumente la conflictividad social.
El entendimiento entre Morales y Chávez, ¿puede ser un factor desestabilizador en la región?
Puede ser, o puede no ser. Vamos a ver cómo Morales juega sus cartas. Durante la campaña electoral hubo muchas referencias a Chávez, pero se trataba más bien de una forma de integrar lo que estaba pasando en Bolivia dentro de un fenómeno mayor que afectase a toda América Latina, al grito de "no sólo somos nosotros, ahí está Chávez en Venezuela".
Venezuela tiene petróleo y en ese sentido puede ser un foco de desestabilización, pero si las reformas de Morales llegan a buen puerto sin crear enfrentamientos internos en el país, su elección puede ser igualmente un fenómeno de integración.
Bert Hoffmann es politólogo y profesor del Instituto Iberoamericano de Hamburgo, especializado en la región boliviana.