Ministro alemán acusa a EE.UU. y China de "vandalismo científico"
6 de abril de 2007De "escandalosos" calificó el ministro alemán del Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, los intentos de países como Estados Unidos y China de eliminar pasajes especialmente inquietantes de la segunda parte del informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). "Afortunadamente pudimos evitar finalmente este tipo de vandalismo científico", afirmó el ministro, puntualizando que "la gente tiene derecho a saber cuáles son las consecuencias que la amenazan si no ponemos freno al cambio climático". Y esas consecuencias son desastrosas, según puso de manifiesto el estudio dado a conocer este viernes en Bruselas: millones de personas padecerán escasez de agua y hambre, el nivel del mar subirá, amenazando a las poblaciones costeras, las enfermedades cundirán, hasta un 30% de las especies estarán en peligro de extinción, y así suma y sigue.
Manipulaciones políticas
El escenario es catastrófico por donde se lo mire. Demasiado catastrófico para algunos delegados, que intentaron atenuar el impacto. Según participantes en la conferencia, que se transformó en el último tramo en una maratón a puertas cerradas, China y Arabia Saudita se opusieron a la publicación de un gráfico que demostraba la relación entre el aumento de la temperatura y las consecuencias previsibles. Según uno de los co-autores del informe, Stephen Schneider, de Estados Unidos, eso no sorprende: "quien vende mucho petróleo y consume mucho carbón, no puede tener interés en duras constataciones sobre el cambio climático.
Por su parte, defensores del Medio Ambiente indicaron que también delegados estadounidenses "velaron porque no se mencionaran con tanto énfasis los daños que podría sufris América del Norte". Las alusiones a los extremos fenómenos meteorológicos previstos para la región figuran en el informe de 1.500 páginas, pero no así en el resumen.
Klaus Töpfer, ex jefe del Programa del Medio Ambiente de la ONU, también criticó la pugna que libraron determinados políticos con los científicos. "Es una polémica inoportuna y sobre un tema inapropiado", señaló, dejando en claro que "el cambio climático ya está en marcha, se acelera y es originado por el ser humano. Por eso ya no se debería discutir en detalle acerca de con qué intensidad y probabilidad tendrá lugar".
"Cuestión de seguridad"
Según Töpfer, hay sin embargo ciertas señales positivas en lo tocante a Estados Unidos, China y Arabia Saudita. En este contexto, mencionó que los resultados electorales y sentencias judiciales estadounidenses, al igual que la actitud de la opinión pública, demuestran que se está produciendo un vuelco hacia una mayor protección del medio ambiente. A su juicio, también la cúpula china está consciente de que en el futuro tendrá que emitir menos CO2, mientras los países productores de petróleo tendrán que interesarse igualmente por energías alternativas.
Töpfer estima que ahora también el Consejo de Seguridad de la ONU se ocupará del tema. "Esta es una cuestión de seguridad", afirmó, agregando que "la política climática también es siempre una política preventiva en pro de la paz".
Los europeos, entretanto, se sienten confirmados en su decisión de dar prioridad al asunto. El comisario de Medio Ambiente de la UE, Stavros Dimas, reiteró el objetivo de restringir el calentamiento global a un máximo de dos grados por encima del nivel de la era preindustrial, haciendo un llamado general a actuar en consecuencia. Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, reafirmó su objetivo de conseguir que "en lo posible todos los países asuman su responsabilidad en la protección del clima" y aseguró que abordará el tema en la próxima cumbre del G-8, en Heiligendamm.