Merkel: ¿impulso o freno?
25 de septiembre de 2017La CDU ganó las elecciones para el Bundestag, pero, paradójicamente, simultáneamente las perdió. Es nuevamente la mayor fuerza política, pero perdió muchos votantes. Y también del ascenso de la Alternativa para Alemania (AfD), partido populista de derecha, se culpa a la CDU. Un día después de las elecciones, Merkel intenta dar explicaciones. Tranquila y con una mímica que no trasunta casi emociones.
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Dice que en el seno de la CDU hubo un "análisis sobrio" de las decisiones de los votantes, el éxito de la AfD y la debacle del propio partido. "¿Siente usted una culpa personal?", le pregunta un periodista del exterior. Merkel reconoce que el resultado de las elecciones supone "una polarización y está relacionada también claramente conmigo como persona".
Refugiados: "una decisión correcta"
No obstante, dice, sigue considerando correcta su decisión en relación con la entrada masiva de refugiados al país. Y agrega: "Ahora debemos mirar hacia adelante. Tenemos un claro encargo del electorado para formar Gobierno".
Su objetivo ahora es recuperar a quienes votaron por los populistas de derecha, con una buena política, aun cuando la formación de Gobierno no sea fácil. Efectivamente, la formación de una posible coalición de CDU/CSU, Liberales y Verdes es complicada.
Pero también hay otro problema. Hasta las elecciones, la política de la CDU fue querer conformar a todos: un poco socialdemócrata, un poco conservadora, un acto de equilibrio entre la izquierda y la derecha. Así ve Merkel a su CDU. Pero hay voces que exigen que la CDU vuelva a ser un partido de derecha conservadora.
¿Volver a la derecha?
Efectivamente, Merkel exigió bastante del ala derecha de la CDU: la fijación de un sueldo mínimo, el paquete de rescate para Grecia y la apertura de las fronteras para los refugiados. ¿Debe ahora llevar Merkel a la CDU más hacia la derecha? Merkel es pragmática, por eso, a esa cuestión responde: "Yo lo expresaría con otras palabras: que donde hay problemas, los tenemos que resolver".
Muy diferente es la posición de la CSU, el partido hermano de la CDU. Andreas Scheuer, el secretario general de la CSU, dice que es hora de llevar adelante un "debate sobre la orientación básica". La CSU quiere definir un límite superior para la entrada de refugiados, de lo contrario amenaza pasar "a formar parte de la oposición". No se trata solo de una disputa interna, sino de una cuestión esencial para el futuro de cristianodemócratas y cristianosociales.
Merkel, sin embargo, no se deja impresionar. Mira hacia adelante. La vieja y muy probablemente nueva canciller se muestra pensativa, pero de ninguna manera apocada: "He dicho que estoy a disposición para los próximos cuatro años".
Autor: Richard Fuchs (PK/VT)