Los días de sol quedaron atrás, también para Merkel
25 de septiembre de 2017También después de semejante terremoto político volvió a clarear el día en Berlín y en Alemania. Un día que junto al Spree amaneció nublado, húmedo y frío, desagradable. Los días de sol han quedado atrás. ¿Una metáfora de lo que espera a la política en los próximos meses? El nuevo Parlamento federal será más grande que nunca, con 709 legisladores de siete partidos, agrupados en seis bancadas. Debido al ingreso de la AfD y la reincorporación del FDP, hay más parlamentarios de lo habitual que pisan por primera vez este escenario político. Será un panorama confuso, quizás también desagradable.
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¿Se volcará la AfD aún más a la derecha?
Eso no solo obedece al debut de la AfD. Su bancada ni siquiera se había constituido aún cuando la figura más destacada y exitosa del partido, Frauke Petry, se distanció y reprochó que los integrantes moderados fueran "desacreditados a todos los niveles”. Una hora más tarde llegó desde Mecklemburgo-Pomerania Occidental la noticia de que cuatro miembros de la fracción de la AfD del parlamento regional se escindirían. Queda en evidencia que el populismo no alcanza a ser un programa. La AfD corre peligro de seguir derivando hacia la derecha. Pero el mandato de los electores implica también volverse más confiables.
Uno puede juzgar como quiera las apariciones de Martin Schulz, pero es notable que su partido, el SPD, haya registrado la adhesión de 975 nuevos afiliados de un día para otro, de acuerdo con sus propios datos. Los Verdes lo secundaron y reportan 268 ingresos. De seguro otros partidos también harán anuncios similares. La participación política no se agota con la concurrencia a las urnas. En los tiempos de las grandes controversias políticas internas de la década del 70, la República Federal de Alemania no solo registraba una participación mucho mayor que el aún inquietantemente bajo 76,2 por ciento del pasado domingo. En aquellos tiempos, los partidos mayores tenían otras cantidades de afiliados y eran realmente partidos populares. Más ciudadanos deberían volver a involucrarse y los partidos deben lograr volver a integrar a una mayor parte de la ciudadanía. La política es competir por las mejores ideas y luchar conjuntamente. Con todos.
Difícil formación de gobierno
En la noche de las elecciones hubo en la CDU suficientes jóvenes encantados, que celebraron un resultado modesto como un triunfo. Y el candidato que encabezó la lista del partido hermano de Baviera (CSU), Joachim Herrmann, se congratuló de que se haya evitado una potencial alianza entre los socialdemócratas, La Izquierda y Los Verdes, como si eso hubiera sido objeto de debate en los meses pasados. La propia persona de Herrmann representa el debilitamiento de la CSU: no consiguió un escaño y necesitará un cargo ministerial si quiere tener un lugar de trabajo en Berlín.
Eso complica la formación de gobierno. Y alguien debe gobernar, generar confianza, negociar acuerdos, asumir responsabilidades. Angela Merkel dijo el domingo por la noche que se avecinan semanas difíciles, pero se sortearán con responsabilidad.
Canciller debilitada
Queda el factor tiempo. En 2015, cuando se gestó la coalición de CDU y SPD con Merkel a la cabeza, tomó 65 días formar un gobierno. En la segunda ocasión en que se pactó una alianza similar, en 2013, se requirieron incluso 86 días. Una serie de representantes del ámbito económico exhortaron este lunes a formar gobierno rápidamente. Los llamados van dirigidos especialmente a Merkel. Pero, por mucho que haya irradiado tranquilidad en medio de la tormenta de los resultados, ella ha salido debilitada. Los resultados electorales han demostrado que la CDU/CSU ha perdido a aquellos que sienten que han sido dejados atrás en el plano social, que temen al futuro y quizás por eso se vuelven tan agresivos en el tema de los refugiados. En la gran esfera política, Merkel se ha reinventado ya algunas veces en sus 12 años como canciller. A nivel de la política partidista, eso será ahora más difícil. Sus días soleados han quedado atrás.