Los ecologistas en busca de misión
25 de noviembre de 2007Los verdes alemanes se han desecho definitivamente de su imagen de partido defensor de utopías. En su congreso en Nuremberg las bases respaldaron la propuesta realista sobre política social presentada por su cúpula y rechazaron un modelo que hubiera revolucionado el sistema actual.
Una amplia mayoría de los 750 delegados votó a favor de la moción presentada por la presidencia bicéfala formada por Claudia Roth y Reinhard Bütikofer de ampliar las ayudas económicas a los parados crónicos.
Adiós a Utopia
En su discurso ante las bases, Bütikofer defendió con vehemencia este modelo, con el argumento de que las posiciones de los verdes no debían apartarse del realismo político.
Para el baúl de los recuerdos quedó la iniciativa revolucionaria presentada por la asociación regional de Baden-Württemberg que contemplaba abolir todos los subsidios e introducir una especie de salario básico e incondicional para todos los ciudadanos, una especie de impuesto sobre la renta negativo.
El modelo, que se lleva discutiendo desde hace algún tiempo dentro de todas las formaciones políticas, propone que el Estado pague a todos los ciudadanos, incluidos niños, por igual, y no cargue ya con subsidios de paro o ayudas sociales.
Para los desempleados este sueldo sería neto, mientras que a las personas con ingresos se les descontaría el monto de su impuesto sobre la renta. Tanto el modelo presentado por la cúpula como el alternativo proponen ayudas económicas de 420 euros para los adultos y de 350 euros para los menores. La diferencia fundamental radica en que el modelo pragmático sólo prevé el pago a los necesitados, mientras el alternativo lo quiere para todos.
Salvan cabeza bicéfala
Con este resultado, el partido ha logrado evitar una crisis de mando que hubiera puesto en aprietos a Roth y Bütikofer, tras la derrota sufrida hace unos meses en el congreso extraordinario sobre Afganistán, en el que las bases se pusieron en su contra al exigir la retirada de los soldados alemanes.
Durante la primera jornada del congreso ayer, el partido acordó una serie de medidas abocadas a incentivar al ciudadano a actuar con mayor responsabilidad en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, teniendo en cuenta que entretanto no hay partido democráticos que no vea la urgencia de actuar, las propuestas de los verdes se quedaron lejos de la política ambiciosa de una formación cuya ideología originaria era precisamente la lucha ecológica. Así, por ejemplo, se acordó pedir un límite de velocidad en las autopistas de 120 kilómetros por hora -propuesta formulada también por los socialdemócratas-, más zonas urbanas libres de circulación, más coches eléctricos y solares, así como la introducción de un impuesto al queroseno de los aviones.
Contra el Estado de Control
Los verdes alemanes aprobaron además una iniciativa en contra de los planes de seguridad ciudadana del gobierno de Angela Merkel y una moción a favor de proteger mejor a las mujeres contra la violencia machista.
"La gran coalición se ha convertido en el enterrador de nuestra democracia viva y por eso necesita resistencia", señaló en su discurso la copresidenta del partido Claudia Roth, quien acusó al ministro del Interior, Wolfgang Schäuble, de querer instaurar un "estado de control" en el que todo el mundo esté bajo sospecha.
Con ello aludió a los planes del ministro de permitir a la policía -por vía remota- el control de los discos duros de ordenadores como parte de la lucha antiterrorista.
En el congreso se escucharon también algunas voces de autocrítica como la del experto en política interior Volker Ratmann, quien señaló que los verdes también "cometimos errores" al apoyar las leyes antiterroristas del ministro Otto Schily durante las dos legislaturas del gobierno roji-verde.
Los 750 delegados aprobaron una moción abocada a mejorar la protección de las mujeres contra la violencia machista que, entre otros aspectos, contempla, ampliar la red de asistencia a las víctimas y exige que se les otorgue a las inmigrantes afectadas un permiso de residencia propio e independiente de sus maridos.