La Unión Europea vigila la expulsión de gitanos de Francia

La planeada expulsión de gitanos de Francia ha caldeado los ánimos en Europa. "Como todos los demás Estados de la Unión Europea (UE), Francia tiene que cumplir las reglas.", señaló un portavoz del Ejecutivo comunitario en Bruselas.

Nicolas Sarkozy, el presidente francés, ordenó el mes pasado el desmantelamiento de 300 campamentos ilegales de gitanos en medio de una redada contra el crimen después de disturbios en dos ciudades, en uno de los cuales unos gitanos asaltaron una comisaría.

La Unión Europea está siguiendo con detalle las medidas del Gobierno francés de expulsar a miembros de la comunidad romaní a efectos de asegurar que se cumpla la legislación comunitaria, dijo Matthew Newman, portavoz de la comisaria europea Viviane Reding, de Justicia y Derechos.

El funcionario no quiso, sin embargo, responder a la pregunta de si la Comisión considera incorrecto el proceder de las autoridades francesas, limitándose a decir que “estamos observando muy de cerca la situación para garantizar que se respeten las leyes".

De acuerdo con una directriz comunitaria de 2004, la expulsión de ciudadanos comunitarios de otro país de la UE sólo es posible en caso de que existan peligros para la seguridad pública y la salud. En la norma se prevé asimismo que debe realizarse un examen individual de cada caso, es decir, que se excluye una expulsión masiva.

Aunque no lo parezca, "Francia dice que no se trata de una expulsión masiva y que se examina efectivamente cada caso", agregó el portavoz comunitario.

¿Volverán los expulsados a Francia?

Newman dijo que la legislación comunitaria permite el libre desplazamiento de los ciudadanos, el derecho a viajar, trabajar y vivir en el país que escojan dentro de los 27 estados miembros, y que Francia no puede impedir el regreso de ninguno de los que expulse.

El funcionario también destacó que el presupuesto de la Comisión incluye unos 12.000 millones de euros (15.000 millones de dólares) para la integración de minorías en el periodo 2007-2013. "Tenemos mucho dinero para ello", señaló.

La expulsión de los gitanos, la mayoría de los cuales proceden de Rumania y Bulgaria, causa preocupación en grupos de defensa de los derechos humanos y partidos de la oposición, que han advertido a Sarkozy de que podría estar estigmatizando a toda una comunidad.

Tensión en las relaciones con Bucarest y Sofía

Además, ha tensado las relaciones con Bucarest y Sofía. El diario búlgaro “Trud”, por ejemplo, escribe hoy amargamente en un editorial que “Francia ha comenzado a enviar a los gitanos búlgaros de vuelta a Bulgaria. Los recibimos como debemos, ¿qué habríamos de hacer sino? Pero estamos confundidos. ¿Son los gitanos europeos o no? ¿O son más europeos cuando permanecen en un gueto?... ¿Hasta dónde va la libertad de movimiento? ¿Para los unos existe, pero para los gitanos no?”

Desde que Sarkozy anunció sus planes a finales de julio se han desmantelado 51 campamentos ilegales, y el jueves saldrá el primer vuelo chárter que llevará a 79 gitanos rumanos repatriados voluntariamente. Hay otro vuelo previsto para el 26 de agosto.

Teodor Baconschi, ministro rumano de Relaciones Exteriores, advirtió en una entrevista con una emisora francesa que no debe estigmatizarse a todo un grupo étnico y rechazó la expulsión del colectivo gitano.

"Espero que se haya respetado la ley en todas las expulsiones de romaníes", dijo Baconschi en RFI. Dos representantes de las autoridades rumanas visitarán París el 30 de agosto para tratar el asunto con el Ministerio francés de Relaciones Exteriores.

Los romaníes son la minoría étnica más importante de Europa y se hallan ampliamente dispersos por el continente, aunque concentrados sobre todo en el centro y el este. La UE ha dicho repetidas veces que siguen afrontando discriminaciones sistemáticas.

Autor: Pablo Kummetz
Editora: Claudia Herrera Pahl