La Rusia de Vladimir Putin: en la “niebla” de los demagogos
3 de marzo de 2022El 25 de septiembre de 2001, cientos de parlamentarios alemanes se pusieron de pie cuando Vladimir Putin concluyó su discurso. Toda Alemania parecía aplaudir a la joven esperanza rusa. Putin habló en el Parlamento alemán sobre la unidad de la cultura europea y la construcción de una sociedad democrática. Putin habló en alemán, y al final se ganó el corazón de todos los parlamentarios -desde la izquierda socialista hasta los conservadores- después de concluir con entusiasmo: "Estamos contribuyendo en conjunto a la construcción de la casa europea".
Más de veinte años después, el entusiasmo, el despertar democrático de Rusia y el camino ruso hacia Europa están en ruinas. Rusia está llevando a cabo una guerra en Europa. ¿Qué ha pasado?
Ideología para asegurar el poder
"No creo que Putin siga una ideología en particular, sino que utiliza diferentes elementos para legitimar sus acciones criminales", indica la profesora de estudios eslavos Sylvia Sasse, de la Universidad de Zúrich. La principal preocupación de Putin sería mantener su poder en casa "y expandirse en áreas que él llama el 'mundo ruso'", dice Sasse en entrevista con DW.
Al hacerlo, indica la experta, invoca cada vez más ideas conservadoras y antidemocráticas, y también las cita en sus discursos, como las del filósofo monárquico Ivan Ilyin o el nacionalista popular Lev Gumilev. "Putin se encuentra en una ‘niebla' de demagogos etnonacionalistas, a menudo antisemitas y autocráticos, que también caracteriza a la nueva derecha en todo el mundo", sostiene Sasse.
Uno de sus representantes es Alexander Dugin. A su juicio, una supuesta "élite global" es la responsable de las guerras en el mundo: "Destruyen países". Dugin rechaza el concepto occidental de democracia. Y para los rusos, define una imagen diferente del ser humano: "Para nosotros, los rusos, ser humano es sinónimo de pertenecer al conjunto. Para nosotros, el hombre no es un individuo", declaró a medios canadienses.
La lucha contra Occidente
Dugin es una de las estrellas de la llamada "nueva derecha”. Durante años se ha especulado sobre su relación con el presidente ruso. Algo que, debido al aislamiento de Putin, no se puede verificar. Pero es un invitado continuo en los medios de comunicación leales al Kremlin. Y los expertos ven numerosas coincidencias ideológicas. En la plataforma de internet VK, por ejemplo, Dugin describe la lucha contra Ucrania como la condición para el renacimiento del imperio ruso. Y "Occidente", en la ideología de Dugin, representa la muerte, el suicidio y la degeneración.
Dugin también ha encontrado partidarios en Alemania y en otros países europeos con su ideología antiliberal de extrema derecha. También tiene vínculos con el movimiento estadounidense "Alt-Right” y se reunió, por ejemplo, con Steve Bannon en Roma en 2018. El ruso es un gran admirador de Donald Trump. Tras su victoria presidencial, Dugin dijo a la cadena de televisión turca TRT, en diciembre de 2016: "A partir de ahora, Estados Unidos vuelve a ser grande, pero ya no es imperialista".
Una cuestión de identidad
El historiador Igor Torbakov, de la Universidad de Uppsala, en Suecia, lleva años observando y describiendo la desvinculación intelectual de Europa en la Rusia de Putin. Torbakov también ve en las acciones de Putin una lucha sobre la cuestión de la identidad rusa: ¿Hasta qué punto está Rusia moldeada por Europa? ¿Cuánto por Asia? ¿Y qué tan independiente es esta identidad?
En una conferencia en Harvard, en 2016, Torbakov describió la aspiración de Ucrania de ser admitida en la Unión Europea (UE) como un choque para el concepto ruso de una identidad eslava independiente. Al final, esta aspiración es una amenaza para la pretensión de Putin de situar a Rusia entre las grandes potencias.
Poco antes del comienzo de la guerra contra Ucrania, Torbakov describió los acontecimientos en su propio país como un desafío particular para las élites del Kremlin: el despertar de una nueva generación de jóvenes. Esta generación también considera que la dignidad humana, la libertad, la democracia y la tolerancia son ideales políticos fundamentales: "Estos 'valores europeos' son universales. Las generaciones más jóvenes lo han entendido. Salen a la calle en este enorme país para desafiar a las élites gobernantes", comentó Torbakov.
E incluso después del estallido de la guerra, las protestas continúan, ahora contra el ataque contra Ucrania. La Policía y la Justicia están reprimiendo a los manifestantes. Incluso niños de escuela primaria fueron arrestados por sostener pancartas contra la guerra. Amnistía Internacional ha contabilizado casi 6.000 detenciones en la primera semana de la guerra y ha criticado el aumento de la censura en Rusia.
En septiembre de 2001, el joven Vladimir Putin había hecho además otra promesa en el Parlamento alemán: "El principal objetivo de la política interna de Rusia es, sobre todo, garantizar los derechos democráticos y la libertad". Dos décadas después, libra una guerra contra su vecino europeo.
(ct/ers)