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En Rusia hay cada vez menos medios independientes

3 de marzo de 2022

La guerra contra Ucrania es llamada por los medios rusos “operación militar especial”, y a los periodistas independientes se los amenaza con graves consecuencias. Ahora también fue cerrada la radio Eco de Moscú.

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Manifestación contra la guerra en San Petersburgo, Rusia. (25.02.2022). El Kremlin tampoco quiere que se informe sobre estas protestas. Los periodistas son arrestados en esas manifestaciones, al igual que muchos participantes.
Manifestación contra la guerra en San Petersburgo, Rusia. (25.02.2022). El Kremlin tampoco quiere que se informe sobre estas protestas. Los periodistas son arrestados en esas manifestaciones, al igual que muchos participantes.Imagen: Dmitri Lovetsky/AP/dpa/picture alliance

En principio, lo que sucede con los medios en Rusia se parece a la novela distópica de George Orwell, "1984”, pero es la dura realidad cotidiana de los periodistas rusos. En sus reportajes sobre la guerra de Rusia contra Ucrania ya no se les permite utilizar determinadas palabras, como "guerra”, "invasión” y "ataque” (de Rusia contra Ucrania), según determinó el Servicio Federal ruso de Supervisión de los Medios, el Roskomnadzor.

Y cualquiera que, según el Kremlin, difunda "información falsa”, también puede ser penalizado. La llamada "información falsa” incluye la declaración de que el Ejército ruso está atacando objetivos civiles en Ucrania. Todo eso es mentira, dice el Gobierno ruso, y la información "correcta” proviene únicamente de las agencias estatales. Pero todos los días el público internacional ve nuevos videos de edificios de viviendas destruidos por los bombardeos rusos en ciudades ucranianas, como en Járkov, donde se están sacando personas muertas de los escombros.

Sin embargo, el Kremlin trata de censurar esas informaciones cueste lo que cueste.

"Putin y su aparato están en guerra, y los medios deben formar parte de eso”, explica a DW Christopher Resch, encargado de prensa de Reporteros sin Fronteras.

Dmitri Muratow, editor jefe del diario ruso independiente Nóvaya Gazeta, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2021.
Dmitri Muratow, editor jefe del diario ruso independiente Nóvaya Gazeta, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2021.Imagen: Hakon Mosvold Larsen/NTB Scanpix/AP/dpa/picture alliance

Limitación de acceso y multas para información no deseada

Los trabajadores de medios que se oponen a la estricta censura e informan sobre la guerra contra Ucrania con reportes independientes están amenazados de sufrir graves consecuencias.

Algo que ya experimentó el diario ruso Nóvaya Gazeta, uno de los periódicos independientes más conocidos de Rusia, famoso por su periodismo investigativo. Su editor jefe, Dmitri Muratow, recibió por su labor el Premio Nobel de la Paz en 2021.

El viernes (25.02.2022), Nóvaya Gazeta publicó una edición bilingüe, en ruso y ucraniano. "No reconocemos a Ucrania como el enemigo, ni al ucraniano no como el idioma del enemigo. Y nunca lo reconoceremos”, dijo Muratow.

Pero el Kremlin no inició medidas legales contra ese diario únicamente debido a ese titular bilingüe. El sábado, el Roskomnadzor dio a conocer que, tanto Nóvaya Gazeta, la televisora online Dozhd (TV-Rain), como la conocida emisora radial Echo Moskwy (Eco de Moscú), crítica del gobierno, y siete otros medios, informaban sobre la muerte de civiles ucranianos y sobre los bombardeos de ciudades ucranianas por parte de las Fuerzas Armadas rusas, informaciones que "no correspondían con la realidad”.

Si esos falsos reportes no eran borrados, dijo el organismo de vigilancia, se limitaría el acceso a esos medios, y estos podrían ser castigados con una multa de hasta 5 millones de rublos (unos 41.000 euros a fecha del 2.03.2022). La primera amenaza ya fue cumplida.

Alexei Venediktov, editor jefe de la radio independiente Eco de Moscú, cerrada por el Kremlin.
Alexei Venediktov, editor jefe de la radio independiente Eco de Moscú, cerrada por el Kremlin.Imagen: Alexander Zemlianchenko/AP/picture alliance

El fin de Eco de Moscú

TV-Rain y Echo de Moscú fueron sacados del aire, es decir, que no pueden emitir su programación por el momento. Y este jueves llegó la siguiente espantosa noticia para los periodistas independientes: el Consejo de Dirección de Eco de Moscú decidió finalizar las transmisiones por completo. Eco de Moscú estaba en una situación poco común: si bien informaba de manera independiente, con pluralidad de voces liberales, pertenece al grupo GazpromMedia, cercano al Estado ruso. Nadie sabe exactamente por qué logró emitir durante tanto tiempo. Pero ahora se acabó.

"Es increíble”, dice a DW Tamina Kutscher, editora jefe del portal dekoder.org, que traduce al alemán informes de medios rusos independientes y en Alemania fue galardonado con el Premio Grimme. Eco de Moscú llegaba desde 1990 a millones de personas en varias regiones de Rusia, pero "tampoco Eco es intocable”.

"Los medios de difusión independientes disminuyen día a día cada vez más en Rusia”, indica.

"Grueso manto de desinformación y propaganda”

Kutscher subraya que, ya desde el comienzo de los combates en Ucrania en 2014, un "grueso manto de desinformación y propaganda” se extiende sobre Rusia. No se trata de un fenómeno nuevo.

Pero desde que Moscú invadió Ucrania, hace una semana, la situación de los medios independientes del Estado se ha agravado claramente una vez más.

"No quiero ni pensar lo que nos espera”, dice Kutscher. "Con la escalada de la guerra que estamos observando, en la cual la agresión es cada vez peor y más sangrienta, también aumenta la represión interna en Rusia, ambas van de la mano”.

Las personas que se manifiestan en las calles en Rusia contra la guerra se enfrentan a ser detenidas por la Policía.
Las personas que se manifiestan en las calles en Rusia contra la guerra se enfrentan a ser detenidas por la Policía.Imagen: REUTERS

La televisión como principal fuente de información

Las páginas web de medios independientes que, si bien están prohibidos en Rusia, todavía están activos, pueden ser captadas aún desde el extranjero. Dentro del país se puede acceder a ellos a través de proveedores de VPN (Red privada virtual). Esas redes ocultan la dirección de IP (protocolo de internet) del usuario, de modo que ni los proveedores de internet ni los gobiernos pueden ver qué sitios web visita. Y si el proveedor de VPN está en un país que, por ejemplo, no bloqueó el acceso a TV-Rain, el usuario en Rusia puede seguir recibiendo informaciones independientes.

Pero es mucho más fácil encender el televisor y ver las noticias. Noticias, que, según Reporteros sin Fronteras, están "en manos estatales”, y siguen siendo la principal fuente de información para muchos rusos y rusas. Una encuesta del instituto independiente de investigación de opinión Levada Center ,de 2018, mostró que la mitad de toda la población de Rusia cree lo que ve en la televisión.

"Tomemos, por ejemplo, a los adultos mayores. La televisión es desde hace 30 años tal vez su fuente de información más importante. Por eso es difícil acceder a reportes independientes, porque en un entorno así simplemente no existen”, sostiene Resch. "Se requiere una búsqueda activa para mantenerse informado, y eso naturalmente lo dificulta”.

"Hay que saber en quién se puede confiar”

También quien quiera acceder a las redes sociales en Rusia para informarse se topa con dificultades. Facebook y Twitter están bloqueados, por completo o en parte. Telegram sigue funcionando, pero es usado tanto por prorrusos como también por la parte proucraniana para propaganda. "Allí hay muchas informaciones falsas”, puntualiza Resch. Que los usuarios de Telegram reciban noticias falsas o accedan a hechos reales depende en gran medida de a quién le prestan oídos. "Hay que saber en quién se puede confiar”, señala.

Y quien no lo sabe, tiene en Rusia cada día menos posibilidades de recibir información independiente sobre la guerra en Ucrania.

(cp/ers)