La FIFA investigará la supuesta compra del Mundial 2006
16 de octubre de 2015Las informaciones difundidas hoy (16.10.2015) por Der Spiegel sobre una supuesta "caja negra" del comité impulsor de ese candidatura han sacudido los cimientos del fútbol alemán. De acuerdo con la publicación alemana, con esa "caja B" se sobornó a cuatro representantes asiáticos del comité ejecutivo de la FIFA. Como resultado de ese pago fraudulento, Alemania fue elegida como sede del torneo por 12 votos frente a 11 para Sudáfrica en julio de 2000.
La edición semanal de Der Spiegel, que estará a la venta mañana sábado, dedica su portada a esta cuestión, que publica con el titular "El sueño de verano destruido", en alusión a la euforia que rodeó ese torneo, en que Alemania se presentó al mundo como una gran anfitriona y estandarte del juego limpio.
Ya en sus páginas interiores, según los avances difundidos este viernes por la redacción del semanario, se afirma que el entonces jefe de Adidas, Robert Louis Dreyfus, contribuyó a esa caja con unos 6,7 millones de euros. Ni en el presupuesto del comité ni en las cuentas posteriores quedó constancia del fondo, prosigue el semanario. Un año y medio antes de la celebración del Mundial, por circunstancias confusas, Dreyfus reclamó la devolución de ese dinero, lo que logró a través de unas cuentas relacionadas con la FIFA y bajo canales no aclarados.
La DFB niega las acusaciones
Al parecer, la existencia de esa supuesta "caja B" era conocida por el mismísimo Beckenbauer, impulsor de la candidatura y luego presidente del comité organizador del Mundial, mientras que el actual presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB por sus siglas en alemán), Wolfgang Niersbach, lo supo a más tardar en 2005.
Desde la DFB se desmintieron ya entrada la noche estas informaciones, que calificaron de "insostenibles" y no respaldadas por ningún tipo de dato. Antes de que el semanario difundiera esas informaciones, la misma DFB había emitido un primer y críptico comunicado, en que se informaba de la existencia de "impurezas" en un pago de 6,7 millones de euros a la FIFA, en 2005, relacionados con la organización del Mundial 2006. En ese texto, la DFB decía tener "indicios" de que en abril de 2005 el comité organizador del Mundial hizo esa transferencia a la FIFA y que esta "probablemente no se utilizó para el fin a que estaba destinada".
Teóricamente, el dinero debía haber sido utilizado para el amplio programa cultural desarrollado en torno al Mundial. El comunicado hacía hincapié, sin embargo, en que no se han observado "irregularidades" ni indicios de que tratara de comprarse los votos de los delegados de la FIFA para la adjudicación a Alemania del torneo.
MS (efe/dpa)