Jardines zoológicos lejos del edén
12 de noviembre de 2008Cada nacimiento de un osito polar, tigrecito o pequeño rinoceronte suele ser celebrado con bombos y platillos en la prensa, catapultando a la ciudadanía en general a un estado de embelesamiento agudo, que augura buenos dividendos económicos a los zoológicos agraciados con la visita de la cigüeña. Pero la vida cotidiana en esos parques, al margen de las luces de los reflectores, no siempre es tan idílica para los animales. Tampoco en Europa, pese a que hace ya seis años que entró en vigor una normativa de la Unión Europea sobre los jardines zoológicos, que regula su funcionamiento.
Los reproches de los defensores de animales
En muchos de estos parques europeos imperan condiciones que los defensores de los animales califican de “espantosas”. El bienestar de millones de animales que viven en cautiverio sigue estando amenazado, según Daniel Turner, portavoz de la red protectora de animales ENDCAP, a la que pertenecen 30 agrupaciones y expertos de 20 países europeos.
De acuerdo con dicha organización, en países como Rumania y Bulgaria, ningún zoológico cumple con las condiciones exigidas por la Unión Europea. También con respecto a España hubo quejas el año pasado, si bien la situación ya ha mejorado un tanto. En Alemania constituye un problema la cantidad de pequeños zoológicos que funcionan sin autorización y, por lo tanto, no son inspeccionados.
Verdadera protección
ENDCAP demanda reformular la normativa de la UE, que Turner considera “demasiado vaga e inespecífica”. Por ejemplo, una de sus disposiciones señala que los zoológicos deben esforzarse porque las condiciones de vida de un animal correspondan a las necesidades biológicas de su especie. Y, como hace notar el defensor de los animales, “esforzarse no basta”. Además, el margen de interpretación es demasiado amplio.
La presidenta de la Asociación Alemana de Directores de Zoológicos, Dra. Gisela von Hegel, rechaza las críticas. A su juicio, no es necesario modificar los reglamentos de la UE, pese a que en ocasiones no todas las disposiciones se entienden correctamente. Según ella, lo principal es que los jardines zoológicos “son las únicas instituciones que levan a cabo una verdadera protección de animales”. Y, por lo pronto, son las únicas que permiten a miles de niños ver, en vivo y en directo, a muchos animales a los que, de otro modo sólo conocerían por televisión o internet.