Japón autoriza venta de tomates con el genoma editado
23 de septiembre de 2021Japón autorizó la comercialización de tomates con el ADN editado para tratar la hipertensión arterial, según reportaron medios locales. Es la primera vez que los alimentos editados genéticamente se venderán y enviarán a los consumidores en Japón.
La nueva variedad fue modificada para tener un mayor contenido –entre cuatro y cinco veces más– de un nutriente conocido como GABA (ácido gamma-aminobutírico), que se cree que ayuda a reducir la presión arterial, según reportó la NHK.
La venta de la variedad de tomate estaría a cargo de la empresa Sanatech Seed Co. de Tokio, creada en la Universidad de Tsukuba. Según The Japan News, el producto se vende en línea Pioneer EcoScience Co, que creó Sanatech en 2018. La empresa recibió el permiso del Ministerio de Sanidad de Japón en diciembre de 2020.
Según la empresa, la variedad ha sido cultivada por agricultores contratados en la prefectura de Kumamoto, en el suroeste de Japón.
"Los tomates se han ganado una buena reputación"
"Al principio, tuvimos reacciones encontradas ante los alimentos editados genómicamente y pensamos que sería difícil sacarlos al mercado porque los consumidores no los entienden del todo. Pero los tomates se han ganado una buena reputación entre los que han participado en los ensayos de cultivo. Tomaremos todas las precauciones posibles cuando salgan a la venta", dijo Takeshita Tatsuo, presidente de Sanatechseed, según la NHK.
A diferencia de los alimentos con genoma modificado, los alimentos con el genoma editado no contienen un gen externo, ya que los cambios que presentan están en el ARN que tienen de forma natural y, por tanto, se consideran más seguros.
Según reporta The Japan News, el Gobierno japonés no exige a los operadores comerciales que identifiquen los alimentos editados genéticamente como tales en su etiquetado. No obstante, Sanatech tiene previsto enviar cada paquete de tomates con una pegatina que dice "mejorado con tecnología de edición del genoma".
Editado por Felipe Espinosa Wang.