SCHWERPUNKT ZR
15 de junio de 2009El configurar una política común de integración más eficiente es el objetivo de muchos de los países que conforman la Unión Europea. Para ello los representantes de los 27 países se eúnen el 15 y 16 de junio en Berlín. En la rúbrica integración sólo pueden contabilizarse a los extranjeros que se encuentran legalmente en un país europeo y para medir su calidad Alemania ha desarrollado un sistema de monitoreo. Los resultados del primer informe obtenido con este nuevo instrumento fue presentado por la subsecretaria alemana de Integración, Maria Böhmer. El resultado no es muy halagüeño: para 15 millones de personas de inmigrantes en Alemania la situación no ha mejorado en los últimos años.
La integración bajo la lupa
El informe contiene estudios científicos en 14 campos temáticos que incluyen educación, formación profesional, mercado laboral, integración social, vivienda, salud, utilización de medios y criminalidad. La intención es, así la subsecretaria Böhmer, trabajar basándose en datos. Este primer informe analiza 100 indicadores. Los autores, sin embargo, recomiendan reducirlos a 53.
Para Dietrich Engels del Instituto para Investigación Social y Política Social en Colonia –coautor del informe- la observación a largo plazo de la situación social de los inmigrantes es decisiva: “El banco de datos nos ha permitido analizar el período 2005-2007”, informa Engels, en cuya opinión, en los diversos campos de la integración, Alemania no siempre saca pésimas notas.
Desempleo mayor en los inmigrantes
Ruud Koopmans del Centro de Ciencias de Berlín destaca que el desempleo entre los inmigrantes, que asciende al 20 por ciento, es dos veces mayor que en el promedio de la población alemana. Sin embargo, no hay que dramatizar, opina Koopmans, pues en otros países europeos la situación no es mejor.
“No hacen falta inmigrantes que busquen una plaza en el mercado laboral; faltan aquellos que la encuentren. Por supuesto que puede tener con características de este grupo: pocos contactos sociales y falencias en el idioma. Y también puede ser que exista discriminación en el mercado laboral”, opina Koopmans y añade que investigar la “discriminación” es especialmente difícil, dice Koopmans.
Deserción escolar, mayor en los inmigrantes
Según el informe, en el campo de la educación se han obtenido ciertos logros: “Ha disminuido el porcentaje de los que abandonan la escuela sin haberla terminado y eso vale tanto para los niños alemanes como para los inmigrantes. En cuanto a estos últimos, la deserción escolar ha disminuido de 17,5 al 16 por ciento. No obstante, hay una gran diferencia con el grado de deserción de los niños alemanes: 6,5 por ciento”, informa Böhmer.
El tiempo y la intensidad de los esfuerzos por la integración en las escuelas deben ser aumentados, asevera Böhmer, pues ésta es un lugar clave. “La escuela tiene que convertirse en un lugar de integración. Para ello necesitamos más docentes, más trabajadores sociales, más tiempo. Esto significa: escuelas de jornada completa. Y necesitamos también, por supuesto, un contexto que lo permita. Eso se ha dicho claramente en el Plan Nacional de Integración: las escuelas con un alto porcentaje de inmigrantes tienen que estar mejor equipadas”.
Estimular el aprendizaje del alemán
El tema de la estimulación temprana del lenguaje no fue tematizado hasta hace poco. Apenas desde hace un par de años se percibe los jardines de infancia como un lugar en donde puede enseñarse a los niños el idioma. En lo tocante al cuidado de niños menores de tres años, sólo un 6 por ciento de niños inmigrantes usan este servicio (13,5 por ciento de los niños alemanes). También la asistencia a jardines de infancia (entre los 3 y los 6 años) es menor entre los inmigrantes que entre los niños alemanes.
El trabajo con los padres será intensificado, anunció Maria Böhmer: sobre todo a las madres se tiene que llegar con cursos de alemán e integración. Según datos oficiales, desde 2005 más de medio millón de personas han participado en cursos de integración; dos tercios de ellos los han culminado con éxito.
Adolescentes inmigrantes: sin formación profesional
La situación para los jóvenes inmigrantes tampoco pinta rosa: es difícil conseguir una plaza de formación profesional. Este punto está considerado en la Plan Nacional y se trata ahora de utilizar las competencias culturales y lingüísticas de los jóvenes de familias extranjeras.
¿Más criminales extranjeros?
Aunque es un tema muy sensible, el tema de la criminalidad, violencia y discriminación no ha sido descuidado en el monitoreo. En 2007, la cuota de criminalidad entre los inmigrantes, con un 5,4 por ciento, era el doble que para la población de origen alemán. Entre adolescentes extranjeros entre 14 y 17 años alcanzó el 12 por ciento (7.8 por ciento para los alemanes).
Según la opinión de criminólogos, los parámetros para monitorear la criminalidad son especialmente difíciles, pues muchos inmigrantes violan las leyes de asilo, algo que obviamente jamás podría hacer un ciudadano alemán. Además, en la estadística se han incluido delitos de extranjeros cuya estadía en Alemania ha sido corta.
Por último - alguna buena noticia tenía que ofrecer este informe,- los inmigrantes están más dispuestos a participar en la sociedad. Así, los inmigrantes nacidos en Alemania en este momento participan tanto como los alemanes en actividades sociales, ad honorem.
Autora: Sabine Ripperberger/Mirra Banchón
Editor: José Ospina Valencia