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Günter Grass acusa

22 de marzo de 2003

Fiel a su postura como escritor comprometido, el último Premio Nobel de Literatura alemán pronuncia de forma tajante su rechazo a la guerra contra Irak.

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“Bush y Hussein han tomado a Dios como rehén”Imagen: AP

El Premio Nobel de Literatura de 1999, Günter Grass, asegura, en un discurso que pronunció en Halle (este de Alemania), que ambos bandos en la guerra de Irak están siendo guiados por una visión fundamentalista y que "han tomado a Dios como rehén". "El fundamentalismo religioso le da el poder a ambas partes de abusar del concepto de Dios, sagrado para todas las religiones, y han convertido a Dios en su rehén siguiendo sus respectivas concepciones fanáticas", dijo Grass.

El escritor alemán, una de las figuras capitales de la literatura alemana después de la II Guerra Mundial, sostuvo además que la frase de George Bush, según la cual "quien no esté con nosotros está contra nosotros", "pesa como un eco de tiempos bárbaros sobre todo lo que ocurre actualmente" y el lenguaje del mandatario estadounidense se acerca "cada vez más al de sus enemigos".

Arrogancia del poder

Grass añade que Estados Unidos se ha ido alejando paulatinamente de la imagen que durante años han tenido de ese país los alemanes como el generoso patrocinador del Plan Marshall y como la nación que ayudó a Europa a dejar atrás su época colonial. "No sólo nosotros experimentamos ahora cómo esa imagen ha ido palideciendo hasta convertirse en una distorsión. También muchos ciudadanos estadounidenses, que aman a su país, están horrorizados por el desmoronamiento de sus valores primordiales y por la arrogancia del poder doméstico", dijo Grass.

"Me sumo a ellos para protestar contra el brutal ejercicio de la injusticia del más fuerte, contra las limitaciones de la libertad de opinión, contra una política informativa que sólo puede compararse con la de regímenes totalitarios y con el cálculo cínico que acepta la muerte de varios miles de mujeres y niños si eso sirve para defender intereses económicos y de poder", aseguró Grass.

Grass sostuvo también que no es Saddam Hussein e Irak quienes ponen en peligro a EE.UU., sino que son "el presidente Bush y su Gobierno quienes impulsan el deterioro de los valores democráticos, le causan daños a su país, ignoran a las Naciones Unidas y horrorizan al mundo con una guerra contra el derecho internacional".

Orgullo alemán

El autor de "El tambor de hojalata" reconoció que la actitud del canciller alemán, Gerhard Schröder, y del ministro de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, lo ha hecho sentirse "un tanto orgulloso" de su país y pidió a los alemanes que, pese a la frustración actual, perseveren en su rechazo a la guerra. "La piedra que tratamos de llevar hasta la cumbre de la montaña está otra vez en el valle. Llevémosla otra vez hasta arriba aunque sepamos que apenas lleguemos volverá a rodar para esperarnos al pie de la montaña. Al menos eso, la protesta que nunca termina, sigue siendo posible", dijo Grass en alusión al mito griego de Sísifo.

Con el discurso en Halle, Günter Grass se mantiene fiel a su postura como moralista público. Al igual que Thomas Mann y Heinrich Böll se entiende como ciudadano con deberes sociales. Grass, quien en frecuentes ocasiones ofreció su apoyo al Partido Socialdemócrata alemán, publicó varios libros con escritos políticos.