Grecia, ¿de nuevo casi en bancarrota?
1 de junio de 2015Otra vez se acerca una nueva fecha para el pago de las cuotas de la deuda de Atenas al Fondo Monetario Internacional, una vez más se habla de inminente quiebra. Nadie conoce, a ciencia cierta, el verdadero estado de las cuentas de Grecia, ni siquiera la tropa radical en el Gobierno.
En lugar de avanzar en las negociaciones con el llamado "Grupo de Bruselas" con propuestas concretas, el primer ministro griego Alexis Tsipras solo tiene recriminaciones. Tsipras repite la absurda retahíla de una supuesta pandilla neoliberal de conspiradores en la UE que intenta someter a Grecia.
Promesas griegas
Recordemos que Grecia había acordado el 20 de febrero de 2015 presentar en pocos días una lista concreta de reformas que debían permitir a la UE, el BCE y el FMI desembolsar más fondos de ayuda en abril. Esa lista aún no llega. El Gobierno griego propuso, por lo menos, algunas reformas de las oficinas de recaudación de impuestos y el IVA. Propuestas insuficientes para reactivar la economía griega.
El telegénico pero inoperante ministro de Finanzas Yanis Varoufakis perdió tiempo precioso. El 30 de junio se vence el último plazo para llegar a un acuerdo entre Grecia y prestamistas y acreedores, que tendría que lograrse a mediados de mes para sea técnicamente posible hacer los pagos. Pero la lucha interna en la izquierda radical de la coalición Syriza del primer ministro Tsipras lo dificulta aún más.
Cuatro meses desastrosos
En lugar de atenerse al claro proceso de la eurozona Tsipras llama casi a diario a Merkel y Hollande pidiéndoles una “solución política a alto nivel”. Por su parte, el eurogrupo le ha reiterado que no le falta voluntad para mantener a Grecia en la zona euro, lo que falta es el claro compromiso de Atenas para cumplir con las condiciones establecidas. Si bien es cierto que Grecia necesita holgura económica para reactivar su economía, las decisiones no las toman solo Merkel u Hollande sino el eurogrupo, compuesto por 19 países, y por unanimidad.
La culpa del empeoramiento de la crisis financiera griega la tiene, en gran medida, el actual Gobierno de Atenas, por omisión o ineptitud. Desde febrero pasado, cuando el actual Gobierno asumió el poder, la economía griega ha recaído en la recesión, el pequeño superávit se ha transformado en déficit presupuestario, los inversionistas han perdido la confianza y los turistas se han alejado.
Acción o retirada
Grecia y Europa necesitan ahora valientes decisiones del gobierno en Atenas, o su Gobierno tiene que hacerse a un lado para que un nuevo equipo lo haga mejor. La gestión de Syriza ha sido un fracaso. Pero así, en el último minuto, se logre mantener a Grecia en la zona euro, no está claro lo que pueda venir después. No se sabe quién ni cómo se negociaría el tercer paquete de ayuda a partir de julio. El Gobierno de Grecia ha desperdiciado la confianza. Ya no valen las acusaciones. Grecia se merece algo mejor. Alexis Tsipras debe - al fin - actuar, en vez de hablar. Si él no puede, las elecciones serían la mejor solución.