Arranca la cumbre del G8
26 de mayo de 2011Este 26 de mayo, Deauville, un poblado de 4.000 habitantes ubicado en la costa de la Normandía francesa, amaneció en estado de excepción. Más de 12.000 efectivos de seguridad se hallan en la pequeña localidad gala para guardarle las espaldas a los jefes de Estado y de Gobierno que se reunirán en la cumbre del Grupo de los Ocho –la ágora de los países industrializados más fuertes política, económica y militarmente– hasta el viernes (27.5.2011).
En un lapso de 24 horas, los mandatarios de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia discutirán tópicos de interés común que van desde la elección del nuevo director del Fondo Monetario Internacional hasta la importancia de la evaluación de la seguridad en las plantas nucleares, pasando por el tema de las crisis políticas de los países del Magreb y el Cercano Oriente.
Forcejeo por el FMI
La cumbre de este año ha sido descrita por algunos medios como un evento anacrónico que se resiste a atender el llamado a la apertura hecho por las economías emergentes. Brasil, India y Sudáfrica han criticado el proceso en marcha para elegir a un sucesor de Dominique Strauss-Kahn en la jefatura del FMI y China ha exigido que el próximo ocupante del cargo sea nombrado en una “consulta democrática”.
Pero, por más que las economías BRICS hayan hecho evidente su interés en ampliar su área de influencia en el seno del organismo internacional, los miembros del G8 parecen haberse alineado para respaldar la candidatura de la actual ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, a la dirección del FMI. Diplomáticos estadounidenses dicen que hasta Washington está apoyando a Lagarde como relevo de Strauss-Kahn.
Consolidación fiscal en Estados Unidos
Sin embargo, la elección de un timonel para el financista global no es el único tema en la agenda económica del G8. Al debate sobre la necesidad de acelerar el ingreso de Rusia a la Organización Mundial del Comercio –defendido tanto por el Kremlin como por la Casa Blanca– se ha sumado el anuncio de que Estados Unidos activará un plan de consolidación fiscal a mediano plazo para hacer frente a su marcado déficit estatal.
En abril, la agencia de rating Standard & Poor rebajó su pronóstico para la deuda estatal de Estados Unidos de “estable” a “negativa” por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. De ahí que esta decisión de la administración Obama constituya una concesión tan necesaria como las que han hecho varias naciones europeas para responder al problema de sus deudas soberanas, otro punto importante en el programa del G8.
Oportunidades y peligros en el mundo árabe
Las revueltas populares en el mundo árabe también serán objeto de discusión. Y es que las crisis en las que ellas se enmarcan suponen oportunidades que las naciones industrializadas no quieren desaprovechar y peligros que ameritan ser sopesados. Por eso se habla en Deauville de proporcionar apoyo económico –alrededor de 1.240 millones de euros serían aportados por la UE– a los nuevos Gobiernos de Túnez y Egipto, en donde se espera que las dictaduras derrocadas cedan el paso a regímenes democráticos.
En lo que se refiere a la violencia de Estado ejercida en Yemen y Siria contra los manifestantes, los integrantes del G8 juegan con la idea de sancionar al presidente yemení, Ali Abdullah Saleh, con ayuda del Consejo de Seguridad de la ONU y planean condenar explícitamente la represión de las protestas por parte del presidente sirio, Bashar al-Assad. Está por verse qué declaraciones ofrece el G8 al final de la jornada en relación con el líder libio, Muammar el Gadafi.
Japón hace balance de la crisis nuclear
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, instó este 26 de mayo a que no sean solamente los países de la UE los que realicen pruebas –los llamados tests de estrés– para verificar los niveles de seguridad de sus respectivas centrales atómicas. Los países comunitarios acordaron efectuar esas supervisiones a partir de junio, pero Barroso insistió en que "queremos que los test de estrés vayan más allá de Europa".
La seguridad nuclear volvió a erigirse en un tema prioritario tras la catástrofe atómica de Fukushima. Es por eso que la intervención del presidente nipón, Naoto Kan, en la cumbre es esperada con avidez por sus homólogos; Naoto Kan tiene previsto explicar las consecuencias que el accidente nuclear ha traído consigo.
Autor: Evan Romero-Castillo / dpa / Reuters
Editor: José Ospina-Valencia