Islandia y e-books
12 de octubre de 2011
“En 2011 nos esperan grandes cambios”, dijo Jürgen Boos, director de la Feria del Libro de Fráncfort, anunciando así una evolución que, en realidad, ya tiene lugar en el mercado editorial. Y señaló que "se deben utilizar todas las posiblidades: los medios impresos, los medios digitales y las redes sociales ", refiriéndose a que la digitalización de la literatura ha roto con las estructuras acostumbradas en lo referente a las publicaciones, y que las formas tradicionales de edición ya no son suficientes para cubrir todo el espectro de este desarrollo.
La Feria del Libro de Fráncfort de este año se hace eco de ese nuevo desarrollo y presenta una serie de eventos bajo el título de “StoryDrive”, en los que expertos del cine, de la música, de los videojuegos y del libro intercambian experiencias sobre nuevas formas narrativas.
Con Islandia como país invitado de honor, la feria es escenario de la producción literaria de un pequeño gran país: pequeño por su tamaño, y un gigante en cuanto a su entusiasmo por la lectura y por la producción literaria.
Piratería perjudica a la literatura
El lado negativo de la digitalización, es decir, la piratería de libros digitales, fue un tema que tocó Gottfried Honnefelder, director de la Asociación de Libreros Alemanes. Según él, en Alemania se descarga un 60 por ciento de los libros electrónicos de manera ilegal. Aunque las cifras de venta de libros electrónicos sigan siendo marginales, la industria editorial cuenta con que se producirá un fuerte incremento. Por eso, es sumamente importante combatir la piratería desde ahora. Honnefelder se quejó de que “la política no hace evidentemente nada” al respecto, y caracterizó la situación de “catastrófica”, exigiendo más compromiso político.
Jürgen Boos, por su parte, llamó a utilizar la Feria del Libro como “espacio de discusión e innovación”, animando a que se concretara la “ruptura” que permitirá que nuevos caminos de publicación y una recepción más amplia de obras digitalizadas. "Nuestro sector vive más que ningún otro de personas que producen buenas ideas, reconocen contenidos relevantes y los transmiten a la sociedad", concluyó el director de la mayor feria literaria del mundo.
Amor islandés por el libro
El libro impreso, por el contrario, celebra su existencia y devenir con mucho estilo en el pabellón de Islandia, invitado especial de esta edición 63 de la feria y el país más pequeño que jamás haya participado de este evento. En un corredor, el visitante puede ver a los entusiastas lectores islandeses delante de sus bibliotecas hogareñas y en una instalación de video, 30 islandeses leen párrafos de sus obras favoritas.
Islandia es uno de los países que más leen: cada islandés compra un promedio de ocho libros por año. “Sin literatura tal vez nunca nos hubiéramos convertido en un país”, dijo el presidente islandés, Olafur Ragnar Grimsson durante la ceremonia inaugural de la Feria del Libro de Fráncfort, refiriéndose al rol clave que tuvo desde el Medioevo la literatura en la cristalización de una identidad islandesa. “Un país pequeño, pero un gigante literario”: con esas palabras honró el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, al invitado de honor, un país que también quisiera ser pronto miembro de la Unión Europea, y por el cual vale la pena esforzarse.
En los próximos días, cerca de 1.000 autores de todo el mundo se harán presentes en la Feria del Libro de Fráncfort, entre ellos, grandes figuras de la literatura internacional, como el Nobel Mario Vargas Llosa y otros escritores de la talla de Umberto Eco. Como tradicional broche de oro de la feria, el último día se entregará el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes, este año al escritor argelino Boualem Sansal. “Un narrador apasionado”, señala la decisión del jurado. Un autor que “fomenta el encuentro entre culturas en un marco de respeto y comprensión mutuos”.
Autora: Nadine Wojcik/ Cristina Papaleo
Editor: Pablo Kummetz