Evo Morales en China: sigue búsqueda de aliados estratégicos
8 de enero de 2006Vestido con su ya célebre jersey a rayas, el mismo que llevó en sus reuniones con el Rey Juan Calos I de España y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, Morales llegó al aeropuerto de Pekín hacia las 9.15 hora local (1.15 GMT), con una hora de retraso sobre el horario previsto.
El líder boliviano, mostrando signos de cansancio por el largo viaje, fue recibido por el viceministro de Asuntos Exteriores chino y ex embajador en EEUU, Yang Jiechi, en una breve ceremonia en la que no faltaron los ramos de flores y estuvieron presentes los embajadores de Venezuela y Cuba en Pekín.
Presencia de empresas chinas en Bolivia
La agenda de Morales, que será el primer presidente indígena en la historia de Bolivia, es menos densa que las llevadas a cabo en España, Bélgica, Holanda y Francia, y así dedicó parte del día de hoy a descansar de las maratonianas jornadas europeas.
Más tarde, Morales se reunirá con el consejero de Estado y ex ministro de Asuntos Exteriores chino, Tang Jiaxuan, en la Residencia de Jefes de Estado de Diaoyutai, y más tarde tendrá otro encuentro a nivel de partidos con el jefe del Departamento de Internacional del Partido Comunista de China (PCCh), Wang Jiarui.
Pekín está expectante por ver cuál es la actitud de Morales hacia la creciente presencia de firmas chinas en Bolivia, y sus intenciones de invertir en sectores nacionales clave como el petróleo, el gas o las minas de hierro.
China intenta desde años "desembarcar" en Bolivia
China tampoco parece una casualidad en la larga gira de Morales por cuatro continentes, dado que el país asiático fue en 2004 el sexto mayor exportador de productos a Bolivia y el primero no americano, con ventas por valor de 107,58 millones de dólares (88,5 millones de euros), casi 10 veces más que las cifras registradas dos años antes.
Las importaciones, sin embargo, fueron muy inferiores (23,44 millones de dólares, 19,2 millones de euros) y sólo duplicaron los números de 2002, según datos del Instituto Boliviano de Comercio
Exterior.
Las empresas chinas intentan desde hace al menos dos años desembarcar en Bolivia, país que pese al ser el más pobre de Suramérica tiene ricas reservas de petróleo, hierro, minerales y gas, éstas últimas las segundas mayores de Suramérica.
Diversos proyectos chinos
Entre los proyectos millonarios de China en Bolivia se destaca el de una filial de la compañía estatal china Sinopec, la mayor refinería de Asia, que anunció en 2004 una inversión de 1.500 millones de dólares (1.234 millones euros) para la búsqueda de petróleo en el país suramericano, en colaboración con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
El proyecto quedó bloqueado en 2005, debido a la gran inestabilidad política que causó la dimisión del entonces presidente, Carlos Mesa.
Similares incógnitas se ciernen sobre la construcción de una planta de conversión de gas a combustibles líquidos proyectada por la empresa china Huanqi, con una inversión calculada en 600 millones de dólares (494 millones de euros).
Otro objetivo que persigue China es el de lograr la licitación para explotar las gigantescas minas de Mutún, en la próspera región de Santa Cruz, a la que aspiran también la anglo-británica Mittal Steel (la mayor acería del mundo) y la brasileña EBX, entre otras.
Además, otra de las dudas que los líderes chinos quieren despejar es saber si Morales aceptará continuar con la idea de un Tratado de Libre Comercio con China, un proyecto nacido durante el gobierno de Mesa (por ahora Chile es el único país americano que tiene este tipo de acuerdo con el país asiático).
Ofensiva diplomática china en América del Sur
Para China, Bolivia es una de las alianzas que le falta apuntalar en Suramérica, tras el continuo flujo de visitas oficiales y acuerdos comerciales con países como Chile, Argentina, Brasil, Venezuela, Perú o Colombia, en los años 2004 y 2005.
Pekín busca diversificar su demanda de fuentes de energía, vital para mantener su crecimiento económico y ser la segunda economía mundial a mediados de siglo, y Bolivia, como el resto de Suramérica, es un punto clave en el proyecto.
En lo ideológico, China comparte con Morales su oposición al 'imperialismo' de EEUU, aunque Pekín suele utilizar términos menos agresivos, como 'unilateralismo' y tiene una visión de la política económica exterior bastante similar a la norteamericana.
En muchos aspectos ideológicos, de hecho, China está muy alejada de las ideas de Evo Morales, ya que el 'socialismo de mercado' iniciado por Pekín hace 25 años aboga por la privatización, la entrada masiva de capital extranjero y una escasa atención social a los trabajadores.
El punto central de la visita será la reunión entre Morales y el presidente chino, Hu Jintao, mañana lunes, en el Gran Palacio del Pueblo.