Evo Morales y el consumo de coca
11 de marzo de 2012Morales reveló que el gobierno de Perú apoyará la campaña por el libre masticado de coca. También el Parlamento Andino se pronunció a favor del pedido de Bolivia para que Naciones Unidas considere la enmienda en la Convención de Viena de 1961 sobre el acullico de la hoja de coca.
En una Declaración emitida en Santa Fe de Bogotá, el pasado 2 de marzo, el Parlamento Andino exhortó a la ONU la consideración de la enmienda presentada por Bolivia "de los incisos 1c y 2e del cuestionado artículo 49 referido a la Convención Única de Estupefacientes".
La nueva constitución de Bolivia, en su artículo 384, determina que "la hoja de coca es originaria, ancestral y patrimonio cultural de Bolivia". Por eso el Gobierno boliviano presentó a la Organización de Naciones Unidas la propuesta de enmienda del artículo 49 de la Convención de Viena del año 1961.
El presidente Morales Ayma anunció que defenderá en Viena el derecho constitucional del "acullicu" (masticado) ancestral y cultural de la hoja de coca. El "acullicu" (la bola de coca que se mastica) ayuda a combatir el hambre, el sueño y el cansancio, además de tener propiedades medicinales, porque neutraliza el dolor de cabeza y estómago y es un efectivo antiinflamatorio. Unos efectos que fueron aprovechados en su día por los conquistadores españoles para la explotación de los indígenas en las minas de plata de Bolivia.
¿20.000 hectáreas legales y el resto?
Un informe satelital de Naciones Unidas estableció el año pasado que en Bolivia existen 31.500 hectáreas de cultivos de coca. Sin embargo, no existe un estudio actual del consumo de coca. La Ley 1008 en vigor desde el 19 de julio de 1988 autoriza el cultivo de 12.000 hectáreas de coca. Pero en 2006 se aprobó un decreto supremo que legaliza 8.000 hectáreas más en el trópico de Cochabamba.
César Guedes, representante en Bolivia de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDD, por sus siglas en inglés), precisó que "Bolivia está en una situación controversial por estar fuera de la Convención de la ONU de 1961 sobre estupefacientes".
Bolivia busca su readmisión, pero con una reserva, despenalizar el masticado de coca, y requiere el apoyo de los 184 países miembros.
"Los 184 estados miembros tienen un año para pronunciarse, si un tercio (62 países) se pronuncia en contra de la reserva, la solicitud de Bolivia no puede ser procesada. Pero si hay menos de esta cantidad que se oponen, la solicitud puede ser aprobada", dijo Guedes.
Bolivia pidió en diciembre su readmisión en la Convención de Naciones Unidas sobre Estupefacientes de 1961 para no quedar fuera del mecanismo internacional antidroga que agrupa a 184 países.
El vicecanciller, Juan Carlos Alurralde, explicó que esta acción forma parte de una inédita "ingeniería diplomática" que apunta a despenalizar el consumo tradicional de la hoja de coca en el país, prohibido por la Convención de Viena.
Pocas posibilidades de éxito
Explicó que Bolivia primero pidió dejar la Convención, el 1 de julio de 2001, sabiendo que este pedido se haría efectivo recién a partir del 1 de enero de 2012. Aclaró que en diciembre pasado pidió ser readmitida pero con la reserva sobre el veto ejercido contra la hoja de coca.
"Bolivia no va a estar ni un solo día fuera de la Convención", dijo Alurralde al señalar que la comunidad internacional debe aceptar la nueva adhesión del país, pero no así la reserva, sobre la que tendrá que pronunciarse entre enero y diciembre de 2013.
Desde que el presidente Evo Morales, dirigente de los productores de coca, llegó al poder, en enero de 2006, Bolivia ha pedido, sin éxito, enmiendas al texto de la convención para quitar a la coca en su estado natural de la lista de estupefacientes.
El vicecanciller Alurralde afirmó que estas enmiendas no prosperaron porque un voto en contra basta para que no se modifique el texto de este pacto mundial sobre estupefacientes. En cambio, dijo que para que se rechace una "reserva", que no modifica el texto, 61 de 184 países tendrían que oponerse. "Estamos optimistas porque cuando presentamos las enmiendas anteriores sólo 18 países se opusieron".
La decisión boliviana de dejar la Convención fue duramente criticada por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife), que llamó a "no aceptar ninguna propuesta en la que los gobiernos utilicen el mecanismo de denuncia y vuelvan a adherirse con reservas, con el fin de liberarse de la obligación de aplicar ciertas disposiciones del tratado".
Fuente: DPA
Editado por: Claudia Herrera Pahl