Eurovisión: ¡esto comienza, señores!

Mientras 43 países comienzan a luchar en el escenario por su paso a la final del festival de Eurovisión, que se celebrará el sábado 14 en Düsseldorf, hay cuatro que pueden esperar relajados el momento de la gran gala ya que tienen su cupo asegurado por ser los países que más contribuyen financieramente a la Unión Europea de Radiodifusión: se trata de España, Francia, Reino Unido y Alemania. Este último, además, disfruta esta vez de su papel de anfitrión, por haber ganado el certamen del año pasado, en Oslo.

"Qué me quiten lo bailao"

La española Lucía Pérez intentará lograr el primer triunfo de España tras más de cuatro décadas en la gran noche de la canción europea. "Qué me quiten lo bailao" es la veraniega apuesta con la que España regresa a Eurovisión después de quedar en un puesto 15 el año pasado con la balada "Algo pequeñito", de Daniel Diges.

Desde su Lugo natal, Lucía Pérez llega confiada a un festival que parece haber recuperado fuelle este año pese a no poder levantar ya las pasiones del pasado. Ha grabado cinco discos y no tiene miedo a los escenarios: en 2006 representó a España en el Festival Viña del Mar de Chile con "Qué haría contigo", alcanzando un segundo puesto. En 2009 repitió en ese certamen con "Este amor es tuyo".

Y aunque el tema con el que participa en Düsseldorf,- compuesto por Rafael Artesero, autor de las canciones presentadas en Eurovisión por Andorra en 2005 y 2006- no era su preferido, se ha esforzado por hacerlo suyo incluyendo elementos propios, como las gaitas de su tierra.

Lena vuelve a la carga

Juventud y frescura son dos de los elementos que comparte con una de las artistas más esperadas: Lena, la alemana que se alzó ganadora en 2010 con "Satellite", despertando rápidamente toda una "Lenamanía" en su país.

Aún no ha cumplido 20 años y ya tiene una carrera a sus espaldas. Lena, con dos álbumes en el mercado, compite este año con "Taken By A Stranger", otro tema en inglés, que sigue en la misma línea desbordando frescura y desparpajo.

Joven, atractiva y descarada, se ha ganado la simpatía de toda Alemania y en este último año ha sido recibida por políticos y personalidades de la vida pública. Con la naturalidad y el ritmo de sus canciones ha hecho que sus compatriotas recuperen la confianza en un festival que casi habían olvidado después de 28 años sin medallas.

Por ello Düsseldorf está haciendo un enorme despliegue para que Eurovisión 2011 sea un acontecimiento memorable y los alemanes, los mejores anfitriones. (dpa)

Editora: Emilia Rojas