Europa: los límites de la aplicación contra el coronavirus
9 de junio de 2020Cuando se dio a conocer la aplicación francesa "StopCovid" hace una semana, el gobierno de París advirtió claramente a la población; si la app no es utilizada, habrá más contagios, más muertos y se volverá al estado de excepción. Pocos días después, se hablaba de un "buen comienzo”. Más de un millón de personas han descargado y activado en Francia la aplicación, de acuerdo con datos gubernamentales.
No obstante, la app presenta problemas técnicos. Sobre todo, hay dificultades en el establecimiento de contacto entre los iPhones cuando la aplicación no está en primer plano o el celular pasa al modo de ahorro de energía. El fenómeno está relacionado con la vía propia que eligieron los franceses para el desarrollo de la app. "StopCovid" no recurre a la interfaz de Google y Apple. Por eso, es posible que dos usuarios de iPhone que tengan la aplicación permanezcan por lo menos 15 minutos a un metro de distancia, sin que ambas apps registren ese contacto.
Poco útil para el turismo
Al margen de las dificultades técnicas, no está claro si "StopCovid" ayudará también a turistas o personas en viajes de negocios. La app se puede instalar en el celular antes de emprender el viaje, pero su utilización en el terreno turístico es, a lo sumo, limitada.
Para registrar que enfermó, el usuario necesita el código de un test francés que haya dado positivo. Si el resultado llega cuando el turista ya regresó a su país, el sistema queda "ciego” y no advertiría a las personas que tuvieron contacto con él.
Polémica estructura de la app
La aplicación alemana de advertencia del coronavirus, que habría de comenzar a operar en pocos días, es menos problemática en lo que respecta a las limitantes del iPhone. Desde el punto de vista de la estructura, funciona como la francesa. Registra a todos los usuarios que permanezcan por lo menos 15 minutos en inmediaciones del aparato.
No obstante, ambas aplicaciones tienen conceptos diferentes. Mientras en Francia se almacenan todos los contactos en un servidor central, en Alemania eso se hace en el celular de la persona. Esa forma de operar descentralizada es la que demandan Google y Apple, y es la que prefiere también la mayoría de quienes se ocupan de la protección de datos. En el servidor de la app solo se almacenan Ios códigos de identificación anónimos de la persona que dio positivo en un test de coronavirus. Con esos datos, cada celular puede calcular por sí mismo si tuvo un contacto prolongado relevante con el portador del aparato en cuestión.
Servidores nacionales
Entretanto, Austria y Suiza también se guían por el concepto de Apple y Google. En consecuencia, debería ser técnicamente posible que celulares con la aplicación alemana puedan registrar los códigos de identificación de aplicaciones extranjeras de almacenamiento descentralizado. Pero ninguno de los sistemas ha conseguido hasta ahora dar a conocer más allá de las fronteras nacionales los registros de quiénes se han contagiado, según indicó a DW el especialista Christian Kudera, de Viena.
El problema actual de la notificación de contagio queda en evidencia en este ejemplo ficticio: el huésped de una cabaña de los Alpes suizos se somete a un test de coronavirus a su regreso a Alemania y da positivo. La información se registra de inmediato en el servidor alemán de la aplicación. La aplicación del empleado de la cabaña alpina, con quien el huésped conversó media hora a corta distancia antes de partir, posiblemente haya podido registrar el código de identificación del celular alemán. Pero, dado que la aplicación suiza no establece conexión con el servidor alemán, ni hay intercambio de códigos de identidad entre los servidores, el empleado suizo no se enteraría de su contacto con un infectado con coronavirus.
El alcance de la app, la nueva frontera en Europa
Para una futura función a nivel transnacional, habría que regular el intercambio de información entre los servidores nacionales de las aplicaciones. Además, el usuario debería informar a la app cuando se encuentre en el extranjero. "Naturalmente, sería de lo más sencillo hacerlo automáticamente, vía GPS o roaming. Pero, por los debates de los últimos meses, sabemos cuántos son los reparos en materia de protección de datos locales”, dice Kudera.
El intercambio de datos entre servidores de diferentes países es políticamente polémico. El grado de aceptación de una aplicación en la ciudadanía podría reducirse si un país brinda a otro acceso a sus servidores.
El experto Christian Kudera menciona un aspecto adicional. Con las bajas tasas de infección actuales en Alemania, no se puede comprobar científicamente si el rastreo de los contactos a través de la aplicación es realmente un medio efectivo para combatir los contagios.
De acuerdo a un modelo matemático, un equipo de investigadores de la universidad de Oxford planteó que más de la mitad de la población tendría que usar aplicaciones de trazabilidad para poder influir en el desarrollo de la pandemia. Pero en ningún país de la Unión Europea se ha alcanzado un porcentaje tan alto de usuarios. También la experiencia a nivel mundial es modesta. En Australia, en un mes, una aplicación de este tipo solo pudo alertar a un contagiado, aparte de los contactos que las autoridades ya conocían.
(er/jov)
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