Españoles en Alemania, inmigrantes ejemplares
16 de octubre de 2008Las posibilidades de éxito laboral para los inmigrantes no dependen de la asimilación a la cultura que los recibe, sino de la capacidad para desenvolverse simultáneamente en sociedades distintas. Así lo asegura el Instituto Alemán de Investigaciones Económicas, con sede en la ciudad de Berlín.
En otras palabras, no es más exitoso el inmigrante que olvida sus usos y costumbres para mimetizar los de su nuevo país, sino el que logra mantener el contacto con su tierra de origen al mismo tiempo que comprende y aplica las normas de la vida práctica del sitio al cual se ha trasladado.
El título del estudio al respecto llevado a cabo por el instituto alemán lo dice de manera sintética: “Integración de inmigrantes: la identidad étnica determina el éxito económico”. Al parecer, no se trata tan sólo de un refrán.
Cambiar la inmigración
El Dr. Klaus F. Zimmermann, presidente del organismo berlinés, señala que todo el mundo, y especialmente Alemania, padece de falta de mano de obra calificada.
El académico se refiere a los retos específicos a los que se enfrenta Alemania: “Hasta ahora, la inmigración a Alemania ocurre por motivos políticos, o para permitir la reunión de las familias. Las propuestas para la reforma de las leyes de inmigración se inspiran en el ejemplo canadiense, donde hay un sistema de puntos a fin de que el país receptor escoja a los inmigrantes que necesita”.
La investigación distingue entre cuatro grados o condiciones de identidad a las que se sujetan quienes emigran a otra sociedad: integración, asimilación, separación y marginación. A partir de ellos, el instituto midió los distintos niveles de identificación de los inmigrantes respecto a la sociedad alemana.
Españoles, inmigrantes ejemplares
Los resultados hablan por sí mismos. La comunidad inmigrante más numerosa del país, la turca, “mostró en todas las mediciones el mayor grado de identificación con la cultura del país de origen, así como la menor afinidad hacia Alemania”.
Los inmigrantes de España, en cambio, “exhiben el mayor grado de cercanía con la etnicidad alemana”. Esto quiere decir que, en capítulos como el idioma, la cultura, la interactividad social, la historia de inmigración y la identificación con ambas sociedades, los inmigrantes españoles lograron altas notas en integración y asimilación, y las más bajas en separación y marginalización.
La afinidad religiosa también es clara. En general, los inmigrantes provenientes del mundo musulmán presentan mayores resistencias a la integración en Alemania, que los originarios del mundo católico.
Aportar y recibir
El éxito económico de un inmigrante no depende, o al menos no totalmente, de lo que le aporta el país receptor. “Muchas de las características que determinan la identidad étnica ya están presentes en los inmigrantes antes de que arriben al país receptor”, dice el estudio.
Esta evolución no es lineal, según aclara el propio documento. Por ejemplo, el haber obtenido un título académico en el país de origen no es garantía para la buena integración en el mercado laboral alemán.
En todo caso, considera Zimmermann, Alemania necesita una política de integración adecuada a fin de atraer a la mano de obra calificada. “Si abrimos las puertas a la inmigración sin ofrecer condiciones propicias a la integración, no avanzaremos en el objetivo de traer los especialistas que necesita nuestro mercado laboral.”