España decidirá en referéndum
23 de junio de 2004Algunos lo consideran una temeridad, teniendo en cuenta la baja concurrencia a las urnas registrada en las elecciones para el Parlamento Europeo. El propio jefe de gobierno de Madrid lo tiene presente. No obstante, afirmó ante el Congreso que "no debemos desconfiar de nuestro pueblo". En consecuencia, la población será llamada a decidir sobre la ratificación del proyecto constitucional europeo, que ya cuenta con la aprobación de los gobernantes. Cuanto antes se lleve a cabo la consulta, tanto mejor, según José Luis Rodríguez Zapatero. Su deseo es que España sea uno de los primeros países en ratificar el texto, convirtiéndose en "protagonista de esta fase crucial de la integración europea", con el ánimo de "combatir con nuestro ejemplo cualquier tentación de escepticismo o retroceso".
Ola de respaldo
Hay también otros argumentos que aconsejan la premura. Rodríguez Zapatero cabalga aún sobre la ola de simpatía que lo llevó a ganar las elecciones generales tras el fatídico atentado terrorista del 11 de marzo, en gran medida gracias al papelón que hizo el antiguo gobierno de José María Aznar en esa oportunidad con su manejo de la información. Los españoles apoyan mayoritariamente a su nuevo gobernante, como lo demostró el triunfo socialista en los recientes comicios europeos. La retirada de las tropas españolas de Irak contribuyó a reforzar su imagen ante la opinión pública, que ahora es llamada a secundarlo también en lo tocante a la Constitución de la UE.
Mientras más tiempo transcurra y comience el desgaste, podrían cobrar ímpetu las críticas contra el texto constitucional. Ciertamente, nadie espera en España una resistencia como la que se perfila en la población británica. Rodríguez Zapatero no tendrá pues que luchar a brazo partido como su colega Blair, ni tiene que vérselas con semejantes problemas de credibilidad. Pero tampoco en Madrid hay plena armonía al respecto.
"Excelente tratado"
De hecho, Rodríguez Zapatero acudió a la última cumbre de la Unión Europea sin el respaldo de la oposición conservadora. El Partido Popular sigue defendiendo la línea de Aznar quien, cuando tenía el poder, se alió con Polonia para bloquear un acuerdo en Bruselas, argumentando que España perdía peso con el mecanismo de toma de decisiones por doble mayoría. La actitud de Madrid cambió notablemente con la llegada al poder del dirigente socialista, desde el comienzo resuelto a retomar el curso europeísta.
El jefe de gobierno español asegura que el texto finalmente aprobado por los gobiernos resguarda los intereses de España y que es "un excelente tratado para Europa y para España". Ahora le corresponderá explicárselo a la población y, sobre todo, entusiasmarla para que concurra a las urnas.