Escándalo de pruebas antidopaje olvidadas
30 de abril de 2012Faltan poco más de tres meses para la inauguración de los Juegos Olímpicos de verano (27.07. - 12.08.2012) en Londres. El foco de atención, por supuesto, no solo estará en la competencia, sino en la equidad de los juegos. Están planeados 6.500 controles antidopaje en Londres y los alrededores de la capital inglesa, más que en cualquier Juegos Olímpicos anteriores. ¿Pero qué tan en serio toma el Comité Olímpico Internacional (COI) la lucha antidopaje?
Vale la pena volver la mirada hacia atrás. Los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 fueron una novedad en materia antidopaje. Por primera vez, se congelaron las pruebas antidopaje – y de ahí en adelante todas las pruebas de Juegos Olímpicos. Por un lapso de ocho años, estas pruebas se pueden volver a examinar con nuevos o mejores métodos de comprobación. Así, está previsto por el Código Mundial Antidopaje.
Más de 15.000 pruebas de dopaje de cuatro Juegos Olímpicos están almacenadas en el laboratorio antidopaje en Lausana: de Atenas 2004, Turín 2006, Pekín 2008 y Vancouver 2010.
Pruebas de Atenas ante desecho
Dentro de aproximadamente tres meses, las pruebas de Atenas serán destruidas y sustituidas por las de Londres. Pero según informaciones de la redacción antidopaje de la red alemana de televisión, ARD, hasta hoy, estas pruebas no han sido verificadas nuevamente. No se han vuelto a usar, desde hace ocho años.
3.667 pruebas de orina y sangre están almacenadas en Lausana desde hace ocho años sin que algo hubiera pasado.
El jefe de la comisión médica del Comité Olímpico Internacional, Arne Ljungqvist, es el responsable de pruebas posteriores. Cuando se le preguntó, por qué las pruebas de Atenas no se volvieron a examinar, respondió: “¿Por qué razón tendríamos que haberlo hecho? ¿Qué se supone que deberíamos verificar de nuevo? En aquel entonces, los métodos fueron suficientemente buenos. No tenemos informaciones de que se tomaron sustancias que no pudimos comprobar.”
Nuevos procedimientos de prueba
Expertos difieren de esta opinión. Varios directores de laboratorios acreditados por la COI remiten a procedimientos de prueba lo suficientemente nuevos y desarrollados para ser usados como pruebas posteriores. Mario Thevis, profesor del laboratorio antidopaje de Colonia, quién trabajó para el COI en los últimos Juegos Olímpicos, comparte esta opinión. Es uno de los investigadores de dopaje más reconocidos a nivel mundial y explica cómo uno se podría imaginar esta situación: “En aquel tiempo, se ingería un medicamento y en un lapso determinado, más o menos de siete a 14 días antes de los Juegos, se dejaba de tomar. En las pruebas de 2004, éstos no se hubieran notado. En la actualidad, podemos detectar este medicamento o residuos de este por medio de pruebas posteriores mejoradas.”
También el director general de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA por sus siglas en inglés) en la ciudad canadiense de Montreal quedó sorprendido de las investigaciones de la ARD y de la reacción del COI. David Howman indica que, desde el 2004, su agencia ha invertido más de 50 millones de dólares en el mejoramiento de procedimientos de prueba de dopaje. “Queremos mejorar los procedimientos para rastrear sustancias de dopaje. Hoy en día, las pruebas son mucho mejores. Si estos procedimientos mejorados se utilizaran en las pruebas de 2004, está claro que aumentaría la posibilidad de encontrar casos positivos en pruebas posteriores”, explica Howman.
Una “farsa completa”
El 18 de mayo se reunirá el comité ejecutivo de la Agencia Mundial Antidopaje. Entonces, David Howman piensa recomendarle pruebas posteriores inmediatas al COI. Pero, finalmente, el COI –como dueño de las pruebas- tendrá que decidir si habrá pruebas posteriores. Richard Proud, integrante del COI, también le recomienda esto a sus colegas. “En los juegos en Londres en verano será demasiado tarde, entonces ya habrán pasado los ocho años. Deberíamos usar las nuevas técnicas de determinación ahora. Seguramente, se encontraría algo. Y aún si no se encontrara nada, nosotros, como COI, deberíamos hacerlo, porque de otra manera hubiera sido una farsa completa, haber almacenado las pruebas todo este tiempo”, dijo en Montreal.