Sabotaje de Nord Stream: muchas especulaciones, pocos hechos
23 de septiembre de 2023A las 02:00 a.m. del 26 de septiembre de 2022, estaciones sismográficas de Dinamarca, Suecia y Alemania registraron una débil sacudida. Paralelamente, operarios del gasoducto Nord Stream registraban una fuerte caída de presión en el gasoducto de unos 1.200 kilómetros que une a Rusia y Alemania. Cuando amaneció, desde aviones se avistaron grandes burbujas de metano que emergían a la superficie del mar Báltico, en las cercanías de la isla danesa de Bornholm. Pronto quedó claro: en tres de un total de cuatro ramales del gasoducto Nord Stream se habían producido explosiones. Un elemento central de la infraestructura energética de Alemania y Europa había sido destruido. A unos siete meses del inicio de la guerra en Ucrania, quedaba en evidencia la vulnerabilidad de gasoductos, oleoductos y cables instalados en el fondo del mar.
Primeras reacciones
Este acto de sabotaje sin precedentes sigue sin haber sido esclarecido. En cambio, abundan las sospechas, especulaciones y suposiciones. Al comienzo, muchos apuntaban a Moscú. Las declaraciones oficiales eran duras: "Cualquier daño intencional a la infraestructura energética operativa europea es inaceptable y acarreará las sanciones más graves posibles”, tuiteó entonces la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras una conversación con la primera ministra danesa.
Alemania, Dinamarca y Suecia realizaron investigaciones, pero poco se filtró acerca de sus resultados. Tanto mayor fue la sorpresa cuando un equipo de periodistas alemanes publicó en marzo de 2023 sus propias investigaciones. De acuerdo con ellas, las pistas llevan a Ucrania. Según lo reportado conjuntamente por estaciones de televisión de la red ARD y el semanario Zeit, casi tres semanas antes del sabotaje, cinco hombres y una mujer zarparon en el velero Andrómeda desde el puerto de Warnemünde. Funcionarios de investigaciones de Alemania habrían encontrado a bordo de la nave rastros del mismo explosivo que se identificó en el fondo del Báltico.
¿Obra de un comando ucraniano?
A comienzos de junio apareció en el Washington Post un informe que respaldaba dicha versión. Según el artículo, ya en junio de 2022 servicios secretos europeos y estadounidenses habrían sido advertidos de los planes de un comando ucraniano de atentar conra el gasoducto Nord Stream. Siempre de acuerdo con el diario, el comando habría estado subordinado directamente al general ucraniano Valerii Zaluzhnyi. Sin embargo, el presidente Volodímir Zelenski no habría sido informado.
También un equipo investigador de la revista Der Spiegel y el canal alemán de televisión ZDF llegó en agosto a la conclusión de que "las pistas apuntan en una dirección: Ucrania”.
La perspectiva del derecho internacional
Desde el punto de vista del derecho internacional, el atentado contra Nord Stream es ilegal, aunque se cometiera en el marco de un conflicto bélico. Así lo indica a DW el especialista en derecho internacional Stefan Talmon, quien explica que "el gasoducto Nord Stream es un proyecto de infraestructura civil, y de acuerdo con los estatutos de Roma, del Tribunal Penal Internacional, la destrucción de infraestructura civil es incluso un crimen de guerra”. Eso, en el caso de que hubiera sido obra de una de las partes beligerantes. El especialista agrega que si el atentado hubiera sido cometido por algún tercer país, "el asunto no podría ser evaluado en el marco del derecho de guerra, sino que sería en último término un ataque terrorista”.
Talmon no cree que haya muchas posibilidades de reclamar compensaciones ante tribunales, porque los Estados gozan de inmunidad ante las cortes nacionales. Además, es dudoso si llegará a abrirse algún día un proceso sobre el caso. Entretanto, la Fiscalía sueca anunció que espera concluir sus investigaciones hasta fines de año. Será interesante conocer su resultado. (ers/rr)