El poder militar de China
9 de mayo de 2018El 18 de abril, China realizó por primera vez desde 2015 maniobras militares en el estrecho de Taiwán. Estas sirvieron como advertencia para el movimiento independista en ese país, así como una oportunidad para presentar su última tecnología militar. Bajo el presidente Xi Jinping, China ha llevado a cabo una importante modernización de su arsenal y una reestructuración de su Ejército Popular de Liberación (EPL). En el 19 congreso del partido, en octubre pasado, Xi Jinping declaró que la modernización del EPL debería completarse el año 2035. Para 2050, China aspira a ser una potencia militar global. Para alcanzar ese objetivo ambicioso, se asignaron 150 mil millones de dólares para 2017.
Un poder regional ascendente
Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, que cada año presenta el informe "Military Balance" sobre la situación de todas las fuerzas armadas en el mundo, China invierte actualmente entre el seis y siete por ciento de su producto interno bruto en su poder militar. El informe también muestra que China ha avanzado mucho en la modernización de su Fuerza Aérea y la Marina en los últimos años. El liderazgo de Estados Unidos está disminuyendo.
El avión de combate chino Chengdu J-20, por ejemplo, es el primero en tener características de un avión "stealth", es decir que es indetectable para un radar. Combinado con los modernos misiles PL 15 aire-aire y el destructor clase Renhai, China tiene la capacidad de mantener a fuerzas enemigas lejos de sus costas o aguas costeras. "China ha progresado tremendamente en toda una gama de tecnologías militares clave para disuadir a posibles adversarios y para ganar futuras guerras", dice Michael Chase de la Corporación RAND, un laboratorio de ideas estadounidense.
Falta de experiencia
Sin embargo, lo que aún le falta al ejército chino es la experiencia de combate y la capacitación para la cooperación entre sus fuerzas. Además, la corrupción y una estructura anticuada limitan la efectividad del EPL. Para cambiar eso, Xi Jinping ha lanzado una campaña anticorrupción a gran escala y ha comenzado a reorganizar completamente el EPL. "Bajo el liderazgo de Xi, China ha abordado una serie de desafíos que impiden la modernización de las fuerzas armadas más allá de la tecnología", afirma Michael Chase.
En este contexto entra en juego el prestigioso proyecto de la nueva "Ruta de la seda" (Belt and Road Initiative, BRI). China invierte miles de millones en Asia Central y del Sur, regiones que se consideran relativamente inestables. Para asegurar sus propias inversiones, China tiene que ser capaz de defender sus intereses, si es necesario, también por medios militares.
Expansión global
El 1 de agosto de 2017, China inauguró su primera base naval en el extranjero, en Djibouti, en el Cuerno de África. Un claro mensaje de que China quiere extender su influencia militar más allá de Asia y el Pacífico. Un estudio del Centro de Estudios Avanzados de Defensa estadounidense concluye que 15 de los proyectos portuarios financiados por el BRI no apuntan a una cooperación económica, sino que sirven a los intereses de seguridad chinos. "Las inversiones están destinadas a asegurar la influencia política, aumentar la presencia militar de China y crear ventajas estratégicas", reza el estudio.
Según Meia Nouwens, investigadora de política de defensa y modernización militar de China en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), la creciente influencia militar china representa un desafío directo para Estados Unidos y sus aliados. "En términos militares existe una clara dinámica de acción y reacción entre Pekín y Washington". Así como Estados Unidos envía regularmente unidades navales al Pacífico y el Mar de China Meridional, China envía más y más barcos al Océano Índico e incluso al Mediterráneo y el Mar Báltico.
Autor: William Yang (GG/VT)
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