El peligro surca el mar

El azufre está presente en escasa cantidad en el petróleo y el carbón en su estado natural. No obstante, hace décadas que el dióxido de este componente está siendo el principal responsable de las "lluvias ácidas" y de la contaminación del aire principalmente de zonas urbanas e industriales. Como apuntan las autoridades europeas, "se han reconocido recientemente que la emisión de dióxido de azufre contribuye a la formación de gases aerosoles inorgánicos, de partículas finas perjudiciales para la salud". Consecuentemente, la UE se ha propuesto limitar la emisión de azufre procedente de la combustión de determinados combustibles líquidos.

Actualmente, los buques y barcos que surcan los mares son los principales emisores del dióxido de azufre: estudios comunitarios han puesto de manifiesto que si no se toman medidas, esas emisiones podrían suponer en 2010 más del 75% de las emisiones de origen terrestre. Mientras que en los carburantes de coches y vehículos terrestres el consumo de aceite pesado con fuerte carga de azufre no supone ya un problema, las flotas de barcos de todo el mundo han aumentado su uso durante los últimos años: gracias a ello se pueden contener la extracción de petróleo y la producción de gasolina. El peligro, por tanto, surca los mares de todo el planeta.

La floreciente Lübeck, en peligro

Una de las ciudades alemanas afectadas por este problema es Lübeck. La población costera vive un buen momento: el turismo florece y también la circulación de barcos de carga y comerciales de su puerto de Travemünde. Sin embargo, ambas esferas han entrado en conflicto: como apunta "Die Zeit" esta misma semana en un reportaje dedicado al asunto, los diarios locales de la zona ya alertaron hace un par de años de que el carácter curador de las aguas de la zona estaban en "peligro": el aumento de circulación de buques mercantes en el puerto de Travemünde supone también un incremento de la contaminación de sus costas.

"En el innegable desarrollo económico que ha traído el aumento de la circulación naviera del puerto de Travemünde hay un problema por resolver: los efectos nocivos para el medio ambiente de la costa que está provocando las emisiones contaminantes y los escapes de líquidos de las naves", reconoce Ralf Giercke, delegado de Medio Ambiente de la ciudad de Lübeck.

Medidas contra la contaminación costera

Dado el importante aumento del tráfico naviero en el Mar Báltico, nació el proyecto "New Hansa": llevado a cabo entre los años 2003 y 2005, en él participaron 18 ciudades portuarias situadas en el Mar Báltico de Alemania, Dinamarca, Polonia, Suecia y Finlandia; su objetivo, promover puertos social, económica y ecológicamente sostenibles. Como resultado nació un Memorándum sobre Políticas Portuarias y Marítima Sostenibles firmado por todas las ciudades implicadas en una Conferencia General celebrada en Turku el 30 de septiembre de 2005. Lübeck estuvo entre ellas.

Esta unión de países costeros planea invertir una cantidad importante en un proyecto piloto, siempre que consiga el apoyo necesario. La idea consiste en liberar a los barcos de las emisiones dañinas para el medio ambiente cuando estos se acerquen a los puertos: para ello, los propios puertos proveerían de energía a los barcos a través de un grueso cable conectado con una central eléctrica. Con todo, esta solución parece sencilla sobre el papel, pero es más complicada en su aplicación práctica: todos los barcos tendrían que instalar un enchufe adaptado al cable y todos los puertos deberían hacerse con el sistema.

En cualquier caso, esta asociación nacida dentro de la UE, con la alemana Lübeck entre sus miembros, persigue conciliar dos mundos que a veces parecen destinados al desencuentro: el desarrollo económico y el respeto del medio ambiente.

Objetivo: la eliminación del azufre del combustible

La UE tampoco parece dispuesta a quedarse con los brazos cruzados con respecto a las emisiones nocivas procedentes del tráfico marítimo. El pasado 11 de agosto entró en vigor la limitación del 1,5% del contenido de azufre en los combustibles usados por los buques cargueros que surcan el Mar Báltico. A partir del 11 agosto del año que viene, esta misma norma también entrará en vigor en el Mar del Norte y el Canal de la Mancha. Esta misma limitación sirve también para todos aquellos barcos de transporte de pasajeros con servicios regulares a puertos comunitarios. El objetivo de la UE a medio plazo es eliminar prácticamente el azufre de los combustibles del uso marítimo (para el 2010, su existencia debería limitarse al 0,1%). El crecimiento sostenible del tráfico marítimo mundial está en juego.