El optimismo vuelve a la economía alemana, aunque persistan los escollos
30 de julio de 2009Los expertos calculan que el rendimiento de la economía germana caerá en 2009 un seis por ciento con respecto a las cifras del año anterior. Pero, como de sobra es sabido, el vaso siempre puede estar medio lleno, o medio vacío: la caída puede lamentarse o, proponen los analistas, verse como el principio del ascenso.
La "coyuntura se estabiliza", considera el Instituto de la Economía Alemana, una entidad cercana al empresariado, y, por lo tanto, insta en un informe reciente mirar al futuro y a corregir los errores del pasado. El concentrarse en superar el bache recesivo, que constituía hasta hace poco la premisa fundamental, parece una fase ya superada.
Luz entre los nubarrones
"Si miramos hacia delante, entre los nubarrones coyunturales distinguimos un rayo de luz en el horizonte. La producción se ha estabilizado en los últimos meses. Todo apunta a que, tras la caída a finales del año pasado, la recesión en la industria química ha tocado fondo" y, por consiguiente, el desarrollo sólo puede ir a mejor, asegura Ulrich Lehner, presidente del gremio que une a quienes se dedican a la química en Alemania.
Junto con el sector automotriz y el de la ingeniería técnica y eléctrica, la industria química es una de las grandes ramas de la economía germana. Las 430.000 personas que trabajan en ella han defendido en los últimos tiempos sus empleos más mal que bien. Y es que, en los primeros seis meses de 2009, la producción cayó en este segmento un 15,5 por ciento.
Los químicos esperan ahora más buenas nuevas, y no son los únicos. El sector informático, el bancario: todos observan con detenimiento la situación y tienen ya preparados sus planes para el momento de la recuperación. En la rama farmacéutica, la gigantesca Bayer sigue registrando ganancias a la baja, pero sus directivos se atreven a contemplar el mañana con esperanza. La automovilística Daimler da cuenta de pérdidas millonarias en el segundo trimestre del año, pero en la bolsa a nadie parece importarle.
"Éste es un fenómeno que se repite constantemente esta temporada: primero, todos están decepcionados porque las cifras negativas dominan el panorama. Pero, al final, los datos no son tan malos como se temía. Es decir, que las perspectivas eran aún peores. En consecuencia, los analistas pasan al siguiente nivel: la tendencia a la baja se reduce. Y esa es la primera señal, el primer paso en la dirección correcta, esto es, la situación mejora", explica el estratega bursátil del banco Commerzbank Chris-Olivar Schickentanz.
Mejor no es bien del todo
También el Deutsche Bank observa que la dinámica negativa pierde fuerza. La tendencia a la recesión, que en la primera mitad de 2009 había adquirido gran velocidad, se "ralentiza considerablemente" a partir del segundo trimestre del año, puede leerse en el informe más reciente de la entidad. También el Banco Federal de Alemania constata una propensión a la estabilidad en la economía del país y los expertos empiezan ya ha corregir sus pronósticos negativos, que adelantaban a principios de año una caída del crecimiento alemán del seis por ciento. "En esta segunda mitad de 2009 somos más positivos", dice Michael Heise, del grupo Allianz, y calcula una contracción del crecimiento germano "del cuatro por ciento para el conjunto del año".
Y, aún así, un cuatro por ciento menos basta para poner en dificultades a muchos sectores. La ingeniería industrial alemana trabaja al 72 por ciento de su capacidad, lo que representa "un mínimo histórico", según indica la rama. En febrero, sus responsables anunciaron que de los 975.000 puestos de trabajo que genera el segmento, habría que prescindir a lo largo del año de 25.000. Hoy se calcula que podrían ser 50.000 los empleos eliminados.
Puede que la coyuntura recupere poco a poco el equilibrio, pero los efectos de la crisis sobre el mercado de trabajo empezarán a notarse el próximo otoño. Además, en un país exportador como Alemania, la buena marcha propia depende mucho de lo que suceda en el exterior.
"Alemania necesita un impulso considerable de la economía mundial para que los índices de exportación vuelvan a ser altos", recuerda Christian Dreger, del Instituto Alemán de Investigación Económica, "de momento, el país está presente en mercados muy debilitados por la crisis. La situación en Centroeuropa y Europa del este es determinante para nosotros y estas regiones están recuperándose muy lentamente, lo que evidentemente dificulta las exportaciones."
Autor: Michael Braun/ Benjamin Braden/ Anna Corves
Editora: Claudia Herrera Pahl