Celebración en Machu Picchu
23 de julio de 2011A pesar de que se atribuye el “descubrimiento” de Machu Picchu a Bingham, hoy día se sabe que otros occidentales visitaron el lugar con anterioridad y, de hecho, aparece señalado en algunos mapas del siglo XIX. Pero fue el norteamericano quien supo valorar las ruinas, considerándolas de tal interés, que involucró con su entusiasmo a la Universidad de Yale, a la National Geographic Society y al Gobierno de Perú para realizar investigaciones científicas sobre el lugar. Comenzó entonces la exposición al mundo de los encantos y misterios de Machu Picchu. El primer reportaje sobre el tema apareció en la revista National Geographic en 1913 y, desde entonces, no ha cesado de crecer el interés de estudiosos y, sobre todo, de turistas, por el lugar.
Los misterios de Machu Picchu
¿Por qué esa aura de misterio alrededor de las ruinas de Machu Picchu? Karoline Noack, profesora de Historia Antigua de América en la Universidad de Bonn, explica que “en realidad, el misterio es una invención occidental relacionada con el descubrimiento. Para la gente de allí no hay misterio alguno. A los investigadores les fascinaron las terrazas, una maravilla arquitectónica, como todas las terrazas de los Andes, que son construcciones magníficas por sus posibilidades como sistema hidráulico, generador de una agricultura capaz de alimentar a mucha gente”. Sin embargo, todavía quedan muchas cosas que no sabemos sobre la forma de vida en Machu Picchu. “Eso es un mito", aclara Noack.
"Es cierto que hay incógnitas, pero quedarán sin resolver, porque hay pocas fuentes arqueológicas y escritas. En cualquier caso, los incas son misteriosos en general, sabemos poco sobre ellos y la mayoría de lo que creemos saber son mitos. Machu Picchu es parte de ello. Quizá sobre los incas pueda haber más información en el futuro, porque los arqueólogos siguen investigando en diversos lugares y Machu Picchu es solo una parte dentro de la gran cantidad de ciudades que construyeron. “
El origen de Machu Picchu
Construida a mediados del siglo XV, la ciudad sirvió como retiro de senectud para el noveno gobernante inca Pachacútec. Allí se retiró con sus parientes, amigos y personal de servicio y ordenó erigir lugares de culto y alojamientos para los habitantes. No se conoce con exactitud cuándo dejaron el lugar para marcharse, pero se sabe que algunos miembros de la familia siguieron viviendo allí. Lo cierto es que el lugar nunca estuvo olvidado o perdido, como se creyó durante mucho tiempo, porque allí siguió viviendo población local, no tanto los incas, como de otras ciudades. “Y el sistema de terrazas siguió en funcionamiento”, dice Noack.
Turismo y conservación del lugar
“He leído que Machu Picchu se encuentra en buen estado, explica Noack, aunque hubo ciertos problemas por la gran afluencia de turistas. Desde los años 40 del siglo XX, cuando comenzó a expandirse el fenómeno del turismo, el Gobierno peruano reconstruyó casas levantando muros y poniendo techos de paja. Buena parte de la ciudad quedó reconstruida. “
Y la intervención arqueológica promovida por Birghan desde 1911 ¿cómo afectó a las ruinas? En la memoria de todos están algunos de los expolios cometidos por los primeros investigadores occidentales de civilizaciones antiguas. “Birghan excavó en tumbas y se llevó diversos objetos: cerámicas, piezas de metal, restos óseos…", dice Noack. "Nadie sabe cuántas piezas tomó. Hay un acuerdo con las instituciones norteamericanas que las han albergado para que fueran devueltas a Perú en 2011”
El significado actual de Machu Picchu
Hoy, para los peruanos, Machu Picchu tiene diversos significados. “Por un lado, para el estado, es un símbolo de la nación, explica Noack, sobre todo a partir de los años 40. Ello es así también para la gente local y ciertas clases sociales de Cuzco, pero, sobre todo, para ellos supone la memoria de un pasado. Es el recuerdo materializado en arquitectura y objetos.”
Los occidentales, en cambio, seguimos denominando “descubrimiento” a aquello que no fue sino el encuentro con una ciudad en ruinas, aunque el término va perdiendo vigencia entre los investigadores actuales. “El concepto de descubrimiento es muy nuestro", dice Noack. "Forma parte de la historiografía occidental. Nosotros lo integramos en nuestra narración histórica. Se trata de puntos de inflexión-como también fue la conquista de América-en nuestra forma de construir la historia”.
Si “descubrimiento” no es el término más afortunado para aludir a acontecimientos de este tipo, quizá la forma de contar la Historia occidental deba buscar nuevos vocablos. “Sí, quizá “encuentro del siglo XX” sería una forma más precisa de referirnos a ello”, concluye Noack.
Autora: María Santacecilia
Editor: Enrique López