Nuevas tumbas cambiarán historia preincaica del Perú
25 de febrero de 2011No es una tumba cualquiera, sino una “realmente espectacular”, dijo a la prensa el reputado arqueólogo peruano, Luis Lumbreras, profesor emérito de la Universidad Nacional de San Marcos. Un equipo de arqueólogos de la Dirección Regional de Cultura de Cusco ha hallado la tumba de un jefe wari y otras nueve tumbas asociadas con él. Los difuntos, al parecer ilustres, fueron enterrados y ahora desenterrados con sus tesoros (100 piezas de cerámica, 223 cuentas de plata y 17 cuentas oro).
Se trata de “personajes altamente civilizados” que vivieron y fueron enterrados donde se ubica hoy el sitio arqueológico Espíritu Pampa. Es justo la zona selvática en que se refugiaron después los incas, entre otros, el mítico Túpac Amaru, “para organizar una guerra de guerrillas contra los españoles”, explicó Lumbreras. El hallazgo podría cambiar la versión actual de la historia del Imperio inca, extendido hasta Chile, Ecuador y Colombia.
Los restos funerarios fueron desenterrados en una localidad del distrito cusqueño Vilcamba, en la zona oriental amazónica, considerada hasta ahora territorio exclusivo de los incas. Esto “cambia realmente la geografía histórica del Perú”, dijo a la radio local el viceministro de Cultura, Bernardo Roca Rey. Ahora los expertos se esmerarán en determinar hasta qué punto el sistema político o las nociones arquitectónicas de la civilización inca habrían estado inspirados por el pueblo wari.
¿Quiénes eran los wari?
“El Estado wari fue muy similar a los incas, con el mismo tipo de comportamiento a lo largo de la historia peruana”, asegura Lumbreras, acreedor del Premio Nacional de Cultura y de Investigación Científica en Perú. El apogeo de ambas culturas está separado, sin embargo, por unos cuatro, quizás cinco siglos.
La cultura wari se ubica aproximadamente entre los siglos VI y XII de nuestra era y su máximo apogeo se sitúa en el siglo IX, cuando los incas comienzan a desarrollarse hasta su expansión alrededor del siglo XV, antes de la conquista española, precisa el profesor Lumbreras, galardonado también en Alemania con el premio Humboldt a la Investigación Científica en Prehistoria.
Incas: ¿sucedieron o combatieron a los wari?
Los wari aparecen ahora cada vez más claramente como un antecedente de los incas. No se las considera, en general, como sociedades contemporáneas. “La región del Cusco, donde se asentaron (y establecieron su capital) los incas, estuvo ocupada por los wari entre el siglo VI y el XI o el XII, período en que surgían los incas”, precisó Lumbreras, ex director del Museo Nacional de Arqueología y Antropología y del Instituto Nacional de Cultura del Perú.
El grado de desarrollo alcanzado por la cultura wari, permitió a su vez la existencia y desarrollo posterior de la sociedad inca, según sugieren los hallazgos: “hay una suerte de secuencia, de continuidad entre ambas formas sociales”, destaca el investigador peruano.
No obstante, según la mitología alrededor del nacimiento de los incas y la disolución de la sociedad wari, es probable que haya habido confrontaciones entre ambas culturas al final de la época wari. En los relatos mitológicos, “personajes como Pachacútec, Huiracocha – de la cultura incaica – se enfrentan con unos personajes llamados Chancas, que pertenecen a la región Wari”, recuerda el profesor Lumbreras.
Herencia inca y wari en el Perú
Estas culturas dejaron al Perú numerosos legados culturales –hoy sitios arqueológicos– entre los que se halla la ciudad pérdida de los incas, Machu Picchu, de cuyo descubrimiento se celebrarán 100 años el próximo julio. Y todo parece indicar que también la lengua quechua, con variantes, es una herencia tanto wari como inca, destaca el profesor Lumbreras, con una larga trayectoria en la investigación de ambas culturas.
En el proceso de mestizaje entre los pueblos andinos y sus colonizadores, se mantuvieron muchas costumbres, elementos de una eficiente economía de subsistencia, que son el “producto del ingenio de estos pueblos, especialmente en la agricultura, en la forma de manejar el territorio a base de terrazas agrícolas, a base de sistemas de manejo del agua”, ejemplifica el catedrático peruano.
“En la cosmovisión del pueblo andino, especialmente en la sierra, en la región de Ayacucho (tierra de waris e incas), sobreviven fuertes creencias sobre divinidades y fuerzas que manejan el mundo, que son muy importantes para la vida de la gente”, insiste Lumbreras. Tanto a incas como a waris recuerdan asimismo, según el arqueólogo, algunos alimentos propios de la región como la quinua y la quihuicha, difíciles de producir fuera del área andina, o la alpaca, “un camélido que da una lana finísima y del que ahora se está permitiendo retomar su consumo para la producción de carne”.
Autora: Rosa Muñoz Lima
Editor: Pablo Kummetz