El "efecto Schulz"
19 de marzo de 2017Martin Schulz no llegó hace mucho rato a un acto de campaña en Spiesen-Elversberg cuando un señor mayor se le acerca repentinamente y le dice "hace 70 años soy miembro de este partido. ¡Martin, creo en ti!”. Schulz se dirige al hombre, aprieta el puño y le dice "sí, ganaremos”.
Con esas palabras, Martin Schulz, expresidente del Parlamento Europeo, ha reactivado al Partido Socialdemócrata. ¿Una victoria contra la invencible Angela Merkel? Hace tres meses hubiese sonado absurdo, pero ahora ha quedado claro que con Schulz como líder del SPD y candidato a la cancillería, todo es posible. En las encuestas el SPD ha subido 10 puntos en intención de voto y desde hace 20 años que el SPD no tenía tantos nuevos miembros. En Alemania se habla de un "efecto Schulz”.
"Los sindicatos pueden confiar en nosotros"
En un evento de campaña en el estado federado de Sarre, el más pequeño de Alemania, los simpatizantes aplauden cuando aparece el candidato. "Quiero viento fresco, SPD”, exclama Schulz antes de contar historias de gente común. Una sobre un trabajador que es despedido por un pequeño error, mientras que su fracasado jefe es premiado con bonos millonarios. Otra sobre un panadero que quiebra, mientras una cadena multinacional de café evade impuestos en un paraíso fiscal. Otras sobre una enfermera, un chofer de autobuses, una madre soltera.
Con estos relatos, Schulz busca enfatizar que "aquellos que trabajan duro por obtener su dinero no tienen que estar peor que aquellos que solamente se dedican a invertir su dinero". También aseguró que los sindicatos pueden contar con él.
A favor de la justicia social
Desde que fuera anunciada la candidatura de Schulz a la cancillería el pasado 24 de enero, la justicia social ha sido su mensaje central. Este ideal es bien recibido en Sarre, donde el apoyo al SPD había declinado bastante en los últimos años.
Esos votantes abandonaron el partido y optaron por Die Linke, que creció en Sarre de 15 a 20 por ciento y a nivel nacional en un 10 por ciento en los últimos años. Schulz desea recuperar a esos votantes, impulsando un mensaje de apoyo a los sindicatos y a los más vulnerables, la base del SPD.
El candidato sabe que lo denominarán también como populista y él mismo admite que "oye los problemas de la gente y habla sobre ellos". La mejor oportunidad para esto se encuentra en Sarre, donde viven muchos de sus familiares. En la calle Schulz saludó a una vecina que lo invitó a su casa, donde exclamó emocionada "¡nunca me lo hubiese imaginado! No tengo palabras. ¡Está aquí con nosotros! Me parece genial".
Schulz: la celebridad
En otro evento en Kamen, en Renania del Norte-Westfalia, Schulz tiene una recepción de celebridad. Al lado de la tarima, jóvenes veinteañeras lo rodean pidiéndole un selfie:
Schulz: "No, no, chicas, me tengo que ir. Debo ir al aeropuerto".
Joven: "Pero por favor, una foto, solo una”.
Schulz: "No puedo”.
Joven: "Los jóvenes socialistas de Recklinhausen hemos luchado mucho por ti! ¡Por favor!
Schulz: "Pero seguirás luchando si no logras un selfie conmigo, ¿no?
Joven: "¡Por favor!"
Schulz: "OK, está bien”
Apoyo juvenil asegurado
Los jóvenes socialistas pondrían las manos en el fuego por Schulz, así no logren un selfie con el candidato. Anteriormente, se veía un amplio rechazo entre Sigmar Gabriel y ese grupo etario, pero hoy todo es diferente. Ahora Schulz se ve firmando autógrafos en los nuevos libros del SPD para jóvenes en sus mítines.
Schulz se ha convertido en una especie de Bernie Sanders de Alemania para aquellos menores de 30 años. A veces el entusiasmo se vuelve histérico, como lo refleja el caso de otra chica, que implora por un selfie y le dice "Martin, te adoro, ¡eres como mi segundo padre!”. El candidato responde "eso no tiene sentido”, aunque la adulación no le molesta para nada. Este año electoral, los viejos creen en él, los jóvenes lo adoran... No podría ser un mejor momento para Martin Schulz.