El despertar de Bas Dost
6 de marzo de 2015Hasta ahora ningún jugador en la Bundesliga había conseguido anotar once goles en los primeros seis partidos de la segunda vuelta del campeonato alemán. El récord le pertenece desde el pasado fin de semana a Bast Dost, quien también es el más efectivo goleador del momento en las ligas más importantes del Viejo Continente.
El holandés, con un promedio de 1,8 goles por partido en el 2015, supera con amplitud a las grandes superestrellas del fútbol mundial. Lionel Messi, por ejemplo, apenas si alcanza una media de 1,3 goles por partido, y Cristiano Ronaldo, el mejor de la presente temporada pero no del año que corre, solo llega a 0,6 luego de marcar en cinco oportunidades en un total de ocho juegos disputados.
Caso perdido
Lo del jugador del Wolfsburgo no deja de sorprender, en especial porque hasta finales del 2014 hablar de Bas Dost era hablar de un “fichaje decepcionante”. Durante dos temporadas y media en la Bundesliga el delantero holandés había exhibido poco del talento que llevó al equipo patrocinado por la multinacional automotriz Volkswagen a desembolsar siete millones de euros por sus derechos deportivos para traerlo, a mediados del 2012, del SC Heerenveen a Alemania.
Las estadísticas de Bas Dost eran hasta diciembre pasado bastante reveladoras, y muy poco alentadoras: 14 goles en 47 partidos. Durante los primeros 30 meses la inversión del equipo alemán no fue para nada rentable. Al hacer las cuentas se concluyó que Wolfsburgo estaba pagando por cada gol del holandés un precio exorbitante: medio millón de euros.
El propio futbolista no estaba satisfecho con la situación. A su bajo rendimiento, y a la crítica que debió soportar, se le sumaron dos graves lesiones que le hicieron perderse 43 partidos con el Wolfsburgo en sus primeras dos temporadas en la Bundesliga. “El verano pasado yo quería irme. Había mostrado muy poco, y las personas que tanto habían confiado en mí estaban sorprendidas y confundidas. Yo, en cambio, estaba muy molesto conmigo mismo”, le contó el jugador a la publicación especializada SportBild.
Explosión de confianza
La segunda parte del campeonato empezó para el Wolfsburgo con dos grandes retos. El primero, compensar la partida del goleador Ivica Olic rumbo al Hamburgo; la segunda, enfrentar al Bayern, el gran dominador de la Bundesliga.
La respuesta del cuerpo técnico a ambas situaciones llevó el mismo nombre: Bas Dost. El holandés recibió en el 2015 plena confianza del entrenador Dieter Hecking, quien lo convirtió en la primera opción en el ataque del Wolfsburgo, un gesto que el delantero pagó anotándole dos goles al equipo de Pep Guardiola, que cayó derrotado 4-1.
Luego, confirmando que su buen momento no era algo transitorio, le marcó al Hoffenheim un gol y asistió otro. Desde entonces Bas Dost casi que ha vencido en solitario a los rivales más recientes del Wolfsburgo. Primero fue el Leverkusen, derrotado 4-5 en un juego en el que el delantero consiguió cuatro goles; posteriormente vendría un 2-1 sobre el Berlín, ambos goles de su autoría; y más recientemente el 5-3 ante el Bremen con un pase gol y dos tantos suyos.
“Nosotros siempre tuvimos fe que en nuestra plantilla el podría crecer y ayudarnos. Su insaciable hambre de goles, y la forma en la que se entiende con sus compañeros me permiten esperar mucho de él”, elogió el entrenador Hecking a su delantero, que en estos momentos, gracias a sus 13 goles a lo largo de la temporada, encabeza junto a Arjen Robben del Bayern (17) y Alex Meier del Fráncfort (16), la carrera por el título de “Pichichi” 2014/2015 en Alemania.
Bas Dost ha anunciado que su deseo es ser convocado en el futuro cercano a la selección de Holanda. Esa meta estará cada vez más cerca si el delantero conserva las estadísticas a su favor y sigue sorprendiendo con los inusuales números que acompañan sus goles, entre ellos el que revela que este año casi cada segundo disparo suyo al arco rival termina en la red (11 de 24). “Durante largo tiempo tuve una mala fase, ahora que todo marcha bien quiero disfrutar el momento”, dice Bas Dost acerca de lo que le ha deparado el 2015.