Derechos humanos, lucha inconclusa en América Latina
10 de diciembre de 2006El Día Mundial de los Derechos Humanos conmemora el aniversario de la fecha en que fue aprobada por la Asamblea General de la ONU la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en 1948.
El documento establece en sus diferentes artículos preceptos tan importantes como que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos", de los cuales gozarán "sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición".
La búsqueda democratizadora
Las interpretaciones que se ha dado al tema, como es natural, han variado de acuerdo al tiempo y la circunstancia política de los diferentes países. Para América Latina, un referente fundamental es la época de las dictaduras militares, sobre todo en el Cono Sur y Centroamérica.
Pero la ola democratizadora en la región trajo consigo los primeros intentos de confrontación con el pasado, en los años ochenta. Un instrumento fundamental en este sentido lo fueron, y lo son, las llamadas Comisiones de la Verdad y otras afines en países latinoamericanos.
En un estudio reciente, la investigadora alemana Anika Oettler señala: "En general, la llamada Comisión de la Verdad es una respuesta a los tres grandes retos históricos que caracterizan a la realidad latinoamericana. El primero corresponde específicamente a la violencia política practicada en la segunda mitad del siglo XX, en la forma de prácticas represivas y la sistematización de la impunidad."
"De este trasfondo surgieron con distinta fuerza movimientos opositores y de derechos humanos que tenían como demandas principales el fin y el esclarecimiento de la impunidad. En tercer lugar estaba el papel de los militares en medio de la correlación de fuerzas que tenían en sus manos los procesos de transición política", continúa la académica Oettker.
Panorama dispar
Aunque algunos países no han superado del todo este proceso de confrontación con el pasado, existen en América Latina organismos que ya hablan de "derechos humanos de tercera generación", que serían los "derechos económicos, sociales y culturales". A éstos se agregan, desde otra perspectiva, los derechos ambientales como parte de los derechos humanos. La discusión se mantiene hasta la fecha.
No sólo los términos, sino también las circunstancias de los diferentes países latinoamericanos, se han ramificado. En Argentina, dice Oettler, "Nestor Kircher prometió poner en el centro de ejercicio de gobierno el esclarecimiento del pasado, y de hecho ha promovido un nuevo ciclo dentro de este proceso."
Más lento ha sido el caso de México, donde a pesar del establecimiento de una "fiscalía" para investigar la llamada "guerra sucia" contra opositores durante los años sesenta, setenta y ochenta, no se han logrado resultados convincentes.
Por supuesto, Cuba
Pero el caso más discutido, y quizá extremo, lo sigue ofreciendo Cuba. Como informó DW WORLD, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió recientemente un informe sobre la ola represiva contra disidentes y periodistas previa a las celebraciones por el aniversario de la revolución cubana y por los 80 años de vida de Fidel Castro.
Así, el debate sobre los derechos humanos en Cuba se sigue ciñendo a los parámetros más fundamentales, como lo son la libertad de movimiento, de asociación y de expresión.
Este domingo, el periodista cubano Guillermo Fariñas debería recibir el premio de Derechos Humanos que otorga anualmente la ciudad de Weimar, debido a la labor que realiza para levantar los controles estatales que el gobierno castrista ejerce sobre internet. Sin embargo, la visa de salida le fue negada y no pudo viajar a Alemania, según informó a DW WORLD la Oficina para Asuntos Migratorios de Weimar.
Así, hablar de derechos humanos en América Latina es referirse aún al pasado y a cuestiones elementales. Pero también hay una perspectiva que permite abordar los presentes y futuros retos en la materia, como parte de los procesos democratizadores en la región. Y, por supuesto, está el tema de la pobreza.
Ésta, según la alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, "prevalece como el mayor problema de derechos humanos del mundo." Vistas así, las garantías individuales no son algo abstracto, sino que forman parte sensible, central y cotidiana en todas las sociedades latinoamericanas.