Debutó la exportación del fútbol alemán

En honor a la verdad no fue el mejor partido de Khedira, pero tampoco estuvo mal; su accionar se limitó a contentar al entrenador José Mourinho: participó en las paredes junto a sus compañeros, recorrió largos caminos acompañando el ataque, destruyó temprano el desdoblamiento del Bayern, tuvo una oportunidad de anotar que desaprovechó, y en general se sembró con enorme disciplina en la mitad de la cancha reduciendo los espacios del anfitrión en ese sector de la cancha.

Elogios de sus superiores

Al final de los 90 minutos y la definición por penaltis –que le otorgó el triunfo 4-2 a los españoles - el alemán de origen tunecino no pudo ocultar su satisfacción; en un ambiente que le es familiar, en su propio país, en un partido que honraba a Franz Beckenbauer, se alzó con una enorme copa que lleva el nombre del ídolo de Alemania y es el primer título internacional de la nueva temporada del Real Madrid.

Las directivas del club de la capital española no ahorraron palabras para destacar la labor realizada por Khedira. Jorge Valdano, director general del Real Madrid, dijo sobre el debutante alemán “pese a no estar en su mejor tono físico, ha cumplido perfectamente con todas las funciones”, y sostuvo que estaba muy contento de tener al jugador en sus filas; de la misma forma comentó el entrenador Mourinho el debut del alemán: “trabajó muy bien y mostró mucho carácter”, a lo cual añadió “fue un partido muy duro para él” refiriéndose a que Khedira jugó los 90 minutos completos, algo que no estaba previsto como consideración a que apenas lleva, oficialmente, 5 días entrenando con los madridistas.

El propio jugador, estrella de Alemania en el Mundial de Sudáfrica, se declaró satisfecho con su debut: “en líneas generales me siento muy cómodo en el equipo, estoy muy contento y por supuesto que es un alivio haber podido debutar por fin con la camiseta del Real Madrid, fue una experiencia especial, voy a seguir trabajando muy duro para que vengan más partidos”.

Ya es toda una estrella

El revuelo que se vivió en la Allianz Arena en Múnich en torno al joven volante de 23 fue enorme; mientras el jugador más caro del mundo, Cristiano Ronaldo, lograba escabullírsele a periodistas y cazadores de autógrafos, todas las vías de escape se le cerraron a Sami Khedira, quien casi en su contra, y pese a la oposición de los empleados del departamento de comunicaciones del Real Madrid, tuvo que detenerse a contestarle un par de preguntas a la prensa, a firmar camisetas y a ser fotografiado por los aficionados.

Cuan importante es el alemán recién llegado al Real Madrid lo ilustra la siguiente escena: en la zona de parqueo del estadio del Bayern, detrás del bus que llevaría a los huéspedes españoles al aeropuerto, el presidente y hombre más poderosos del club madridista, Florentino Pérez, se le acercó a Khedira para pedirle, en inglés, una foto. Khedira abrazó a su máximo jefe asumiendo la típica pose de los futbolistas con sus seguidores pero Pérez, otra vez en inglés, le aclaró, señalando a un par de elegantes damas y caballeros que portaban una cámara, “no conmigo, con mis amigos”, pero viendo que ya todo estaba listo para un gran motivo, dijo “ok” y el flash del aparato fotográfico relampagueó.

Bastian Schweinsteiger también tuvo que esperar para saludar a su compañero de la selección alemana, mientras lo hacía declaró que le alegraba mucho que “Sami esté en un equipo tan grande y de tanta tradición”. Al final Schweinsteiger y Khedira apenas si tuvieron un par de segundos a solas, en la escalera del bus, para intercambiar números telefónicos. “El Real Madrid siempre ha tenido suerte con sus contrataciones alemanas” se le escuchó a Valdano decir con orgullo en una ronda informal con un par de conocidos en las afueras de la Allianz Arena.

Autor: Daniel Martínez

Editor: José Ospina-Valencia