Cuba indulta a miles de prisioneros y deja pendiente reforma migratoria
24 de diciembre de 2011El presidente de Cuba, Raúl Castro, anunció "para los próximos días" la liberación de más de 2.900 presos, entre ellos también condenados por delitos contra la seguridad del Estado, y de 86 ciudadanos extranjeros.
Éstos últimos proceden de 25 países, agregó el mandatario durante su intervención en la sesión plenaria del Parlamento. Castro no mencionó si entre ellos estará el contratista estadounidense Alan Gross, cuya condena a 15 años de cárcel en la isla es uno de los casos que más fricciones causa actualmente entre La Habana y Washington.
El recuerdo de Juan Pablo II
Entre los casi 3.000 presos cubanos estarán también "algunos condenados por delitos contra la seguridad del Estado", señaló Castro. Todos han cumplido "una parte importante de la pena" y mostrado "un buen comportamiento", especificó una nota oficial difundida en medios cubanos.
El indulto será "efectivo en los próximos días", dijo el mandatario. La condición para la liberación de los extranjeros, agregó, es que sus países de origen acepten su repatriación. Entre los extranjeros hay 13 mujeres, señaló.
Entre los presos cubanos hay asimismo mujeres, personas con más de 60 años de edad, enfermos, y jóvenes sin antecedentes penales previos, señaló Castro, que aludió a la visita del papa Benedicto XVI anunciada para marzo como uno de los factores tomados en cuenta para el indulto.
La visita de Benedicto será la segunda de un pontífice católico a la isla caribeña. El viaje de Juan Pablo II a Cuba en 1998 tuvo una fuerte repercusión política y renovó en la isla la fe católica, prohibida por el gobierno cubano durante décadas.
A la consideración de las condiciones familiares y de salud de los detenidos, se han unido está vez "múltiples solicitudes" de instituciones religiosas, entre ellas de la Conferencia de los Obispos Católicos y el Consejo de Iglesias de Cuba, indicó Raúl Castro.
En los últimos años, la Iglesia católica se ha convertido en un importante interlocutor del régimen castrista. El arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, participó el año pasado en las negociaciones para la liberación de decenas de presos.
La medida anunciada hoy como un "gesto humanitario y soberano", no beneficiará, "salvo contadas excepciones", a condenados por delitos de espionaje, terrorismo, asesinato, homicidio, tráfico de drogas, pederastia con violencia o violación, agregó Castro.
Recientemente, la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional señaló que en la isla hay actualmente 52 presos políticos y 16 "prisioneros de conciencia" que cumplen arresto domiciliario.
Cambios migratorios "paulatinos"
Raúl Castro, reafirmó además la voluntad de su gobierno de introducir una "paulatina" reforma migratoria que elimine las restricciones de viaje para los cubanos, aunque no puso fecha a la medida que había despertado grandes expectativas en las últimas horas.
Si bien aseguró que su gobierno "avanza en la reformulación" de las nuevas normas migratorias que había anunciado por primera vez el pasado agosto, Castro no habló de plazos concretos para introducir la medida, una de las más esperadas por la población y el exilio cubanos.
"No pocos consideran urgente la aplicación de una política migratoria, olvidándose de las circunstancias excepcionales en que vive Cuba", señaló el mandatario en su intervención ante el Parlamento transmitida por la televisión cubana.
El mandatario se refirió directamente a la política "injerencista" del gobierno Estados Unidos, al que La Habana acusa tradicionalmente de querer desestabilizar al régimen cubano alentando la emigración ilegal desde la isla.
Los cambios se introducirán "paulatinamente" y se harán sin dejar de evaluar los efectos favorables y desfavorables de cada paso dado, señaló el presidente cubano.
DPA
Editor: Enrique López