Crece presión internacional contra Siria
24 de octubre de 2005
"Es hora de que Siria confiese quienes y por qué mataron a Hariri", dijo el el diplomático estadounidense John Bolton. El Consejo de Seguridad estudia este martes 25 el reporte investigativo ejecutado y presentado por el fiscal alemán Detlev Mehlis en donde testigos expresan severas denuncias contra el régimen sirio.
¿Promueve Siria terrorismo internacional?
Entretanto, este lunes miles de personas salieron a las calles de Damasco, la capital siria, y Alepo para manifestar contra dicho reporte y ofrecer así su respaldo al presidente Baschar Al-Assad duramente cuestionado por sus presuntas implicaciones en el apoyo del terrorismo internacional. La ola de violencia en Irak sería también financiada por Al-Assad.
Pero un castigo contra Siria no parece ser tan seguro como algunos esperan. La vacilante posición del secretario general de la ONU, Kofi Annan, es un indicio de ello. "No creo que ahora tomemos una decisión", dijo Annan hoy a la prensa internacional. "En todo caso, cualquier movimiento en Siria tienen grandes repercusiones en los países vecinos", agrego el secretario de Naciones Unidas.
La espinosa tarea de un fiscal alemán
El fiscal berlinés Detlev Mehlis mencionó en su discutido reporte para Naciones Unidas a varios políticos y oficiales de los servicios de inteligencia sirios como principales sospechosos del atentado con bomba que mató el 14 de febrero de 2005 al ex presidente libanés y una veintena más de peatones en el centro de Beirut. Por lo menos, dos familiares del presidente sirio Assad estarían involucrados en el acto terrorista: su hermano Maher y su cuñado Schawkat, jefe del Servicio Secreto Militar.
Siria, aparte de negar toda participación en la reaparición del terror en Líbano, ha enviado misivas aclaratorias a Nueva York y habría aceptado declarar ante el pleno de Naciones Unidas.
Del dicho al hecho…
Por su parte, el ministro de Exteriores francés, Philippe Douste-Blazy, declaró en París que su Gobierno obligará a Siria, a través de una resolución de Naciones Unidas, como instrumento de presión política, a "cooperar en el definitivo esclarecimiento del atentado".
El embajador británico, Emyr Jones Parry, por su lado, calificó el reporte de Mehlis como "un documento muy serio" al que le deben seguir las respectivas consecuencias.