Colonia ilumina el futuro de estudiantes indígenas en Perú
7 de abril de 2019Una veintena de paneles solares ubicados en el techo del comedor universitario de la Universidad Intercultural de la Amazonía Peruana (UNIA) iluminan un futuro más verde para los estudiantes de este centro educativo situado en la localidad de Yarinacocha. Con cerca de 120.000 habitantes, cuenta con un 9,4% de la población de comunidades indígenas, mayoritariamente Shipibo-Conibo. "Con esta instalación se benefician 1.200 alumnos. La energía llega al comedor y se expande a las demás oficinas" explicó a DW Jerly Díaz, alcaldesa de la localidad peruana.
La llegada de la nueva tecnología permitirá a los jóvenes a familiarizarse con ella, con el estudio de los de datos sobre la producción eléctrica. No obstante, se prevé una producción media de 5,4 kilovatios al día que contribuirán a la conservación del medio ambiente con el ahorro de 2 toneladas de dióxido de carbono al año.
Esta iniciativa ha sido financiada en un 90% por el ayuntamiento de Colonia (Alemania) en el marco de un convenio de cooperación para apoyar a la comunidad de Yarinacocha "en sus esfuerzos por el clima, la protección del medio ambiente y la diversidad", aseguró a DW el vicealcalde de Colonia, Andreas Wolter.
"Este convenio marco va permitir que la población sea la mayor beneficiada", se congratuló Díaz. Espera que sea la primera pero no la última acción en este sentido. "Es la única instalación pero se quiere llevar a cabo en los colegios primarios y secundarios, y llevarla a otros lados donde habitan comunidades indígenas", confió.
Esta localidad sufre las consecuencias de la deforestación de la Amazonía peruana debido al cultivo de aceite de palma para biocombustible. "En la cuenca del Amazonas, los combustibles alternativos también causan la destrucción del medio ambiente y el efecto invernadero", lamentó Wolter. Por este motivo, la ciudad estableció un convenio de colaboración con la comunidad "llevando los problemas locales a un nivel internacional y destacando la conexión con la protección del clima", explica.
Además, esta cooperación plantea otras actuaciones como el tratamiento de la basura que contamina el agua que usa la comunidad, la recuperación y el mantenimiento de la biodiversidad de la zona y la protección de los pueblos indígenas cuyos territorios no están demarcados, explicó a DW el mexicano Aldo Armando Pérez, coordinador del convenio en la ciudad alemana.
"Tenemos una laguna con mucha biodiversidad pero con mucha contaminación", lamenta la alcaldesa peruana anunciando que para combatir el tema de residuos, en octubre, se pondrá en marcha una planta de residuos sólidos.
Aprendizaje mutuo
Tras Río de Janeiro (Brasil) y Corinto (Nicaragua), esta es la tercera asociación climática municipal en América Latina. Estos convenios, que cuentan con el apoyo del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), vinculan a dos municipalidades, una del norte y otra del sur, para llevar a cabo un plan de acción climática durante un periodo de dos años a partir del intercambio de experiencias, encuentros y viajes.
"De los pueblos indígenas podemos aprender a vivir en armonía con el medio ambiente sin destruirlo y crear conciencia sobre el comportamiento que conserva los recursos", considera Wolter. Teniendo en cuenta la "responsabilidad global" de la ciudad, la alianza pretende sensibilizar a la población alemana sobre "el ahorro de energía, el comportamiento del consumidor y el comercio justo".
Por este motivo, se está promoviendo la venta de obras de artesanos de Yarinacocha en la ciudad alemana. Igualmente, se está llevando a cabo la renovación, a través de la asesoría de un ingeniero peruano, de la parte de la Amazonía del Jardín Botánico de Colonia.
Creando redes
La cooperación surgió a raíz la participación de Wolter como embajador de la Alianza del Clima en la cumbre sobre cambio climático de Naciones Unidas en Marrakech, recordó el director de esta organización alemana, Thomas Brose. Unos meses más tarde, "propuse a Wolter que me acompañara a un encuentro de la COICA (Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica) en Quito para conocer el problema y la organización. De ese viaje, Andreas Wolter tomó la idea de crear una alianza climática", explicó a DW.
"Solo a través del contacto directo con los socios indígenas en Europa podemos aprender más sobre los efectos de la sobreexplotación de recursos y el cambio climático en la Amazonía". Así, recordó que "entre el 10 y el 12 por ciento de las emisiones globales provienen de la destrucción de bosques". Por este motivo, es fundamental el papel de las comunidades indígenas en la conservación del patrimonio natural y la organización de su territorio. "Están preocupadas por mejorar la estructura social, las oportunidades educativas y las condiciones económicas para que las personas puedan permanecer en sus comunidades y no migrar a los barrios marginales de las grandes ciudades. Esto pondría el juego fácil a la agroindustria", recalca Wolter.
Autora: Judit Alonso (lgc)
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