América Latina innova en energías renovables
10 de septiembre de 2018La innovación es clave para asegurar que todos los países pueden beneficiarse de energías renovables a bajo coste y alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. En el marco de la segunda edición de la Semana de la Innovación de Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), más de 400 líderes empresariales, representantes de gobiernos y expertos debatieron sobre tecnologías, prácticas empresariales y políticas que están llevando a cabo la transformación de la energía mundial.
El evento, que se llevó a cabo en la ciudad alemana de Bonn, analizó cómo la digitalización y descentralización están cambiando la manera en la que se produce, comercia y consume la energía. Por este motivo, se exploraron aplicaciones digitales como el blockchain y la inteligencia artificial y se debatió sobre las últimas innovaciones de los sistemas de almacenamiento de electricidad (BES) y la electrificación del transporte, los edificios y la calefacción, entre otros.
Asimismo, la organización internacional aprovechó la ocasión para presentar un informe sobre el hidrógeno, al que augura un papel importante en la descarbonización del sector energético. "La del hidrógeno no compite con otras tecnologías renovables, es un complemento que habilita el almacenamiento energético, sirviendo como vector para variados procesos energéticos ”, explicó a DW Tomás Baeza Jeria, director de Innovación y Desarrollo del Comité Solar, agencia del gobierno de Chile, y ponente del evento.
Hoy se produce mayoritariamente con fuentes fósiles, pero "el proceso de obtención de hidrógeno por electrólisis del agua realizado con energía solar es fundamental, ya que genera sinergias positivas para impulsar la transición energética y descarbonizar diferentes sectores productivos”, remarcó.
Hidrógeno, con potencial en la región
A pesar de que Asia-Pacífico, Norteamérica y Europa occidental son responsables de más del 75% de la producción mundial de hidrógeno, existen diversos proyectos en la región. El experto destacó un proyecto de producción de hidrógeno a partir de energía eólica en la Patagonia argentina y la iniciativa privada de Enel en Chile, que está operando una microred con una instalación fotovoltaica de 125 kW”.
A nivel público, la agencia de fomento chilena CORFO "realizó dos llamados, con financiamiento, para que empresas mineras implementen motores duales para camiones de la minería y otro para que las maquinarias más pequeñas de la minería, como los cargadores frontales de faenas mineras subterráneas, empleen hidrógeno para moverse”, explicó.
Baeza recordó las ventajas que ofrece el desierto de Atacama: el mejor recurso solar del mundo, una actividad minera altamente demandante de energía y la mayor reserva de litio del mundo. "Estos tres factores, más el aumento de la producción actual y futura de vehículos eléctricos, nos plantea la oportunidad de avanzar en la producción con energía libre de contaminantes”, agregó.
A los beneficios económicos hay que añadirles los medioambientales. Según las previsiones realizadas por el Comité Solar de Chile, se podrían reducir más de 26 millones de toneladas de CO2 si se consiguiera el 100% de penetración de energías renovables en las regiones con mayor industria minera del país.
El nuevo consumidor en el mundo digital
Por otro lado, las tecnologías de almacenamiento y la disponibilidad de los dispositivos inteligentes han cambiado el rol del usuario. "El consumidor quiere ser un actor activo en el mercado de electricidad, manejar su propio consumo y consumir energías renovables, posiblemente vendiendo sus excedentes a la red”, aseguró a DW Luiz Barroso, ex presidente de la empresa de planificación energética de Brasil.
Y es que según datos de una encuesta de la asociación de comerciantes elaborada este año, el 85% de los brasileños considera que su tarifa de electricidad es cara, al 70% le gustaría cambiar su proveedor de electricidad y el 90% desea convertirse en "prosumidores". "La mayoría de ellos no quiere tener costos de transacción”, alertó. Y es que "la desconexión de precios entre los mercados al por mayor y al por menor y los impactos en los servicios se convierten en un problema”, lamentó.
Asimismo, en España, el 30% de la población quiere participar en un proyecto de electricidad ética, renovable y dirigida por los ciudadanos, según el informe "Energía colaborativa. El poder de la ciudadanía de crear, compartir y gestionar renovables", de Greenpeace. Para Sara Pizzinato, responsable de la campaña de energías renovables de la ONG, “la transición energética hacia un sistema eficiente, inteligente y 100% renovable requerirá que millones de personas se involucren de múltiples maneras para que suceda lo suficientemente rápido como para salvar el clima”.
Una de ellas es la iniciativa ‘Vivir desde el aire del cielo’, que se presentó durante el evento. Se trata del primer proyecto eólico comunitario “en el Sur de Europa”, según su líder, Pep Puig. Lanzada el pasado mes de mayo, esta iniciativa inspirada en experiencias danesas y alemanas, entre otras, pretende “demostrar que a pesar de las condiciones desfavorables la ciudadanía puede desarrollar proyectos eólicos, sin necesidad de bancos ni oligopolios”, aseguró Puig a DW.
No obstante, criticó el proceso administrativo de autorización “extremadamente burocrático, lento y hecho a medida de los grandes proyectos comerciales. No hay legislación específica para proyectos comunitarios”.
Puig, que reclamó que la “democracia también llegue a la energía”, recordó que desde que las leyes de precios fijos fueron eliminadas en España no se ha puesto en marcha ningún otro proyecto renovable comunitario.
Autora: Judit Alonso (ER)
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