Cine de Guatemala compite en Suiza
25 de marzo de 2011Este año, la presencia latina tiene un espacio excepcional en el certamen suizo que culmina el próximo 26 de marzo. Una de las secciones homenajea a la productora argentina Lita Stantic con una muestra de sus mejores largometrajes. Sin embargo, es en la sección más importante del festival donde brilla más la asistencia del continente latino.
Cuatro de un total de 12 películas postuladas para la Mirada de Oro, galardón mayor del evento, provienen de América del Sur. “Miss Tacuarembó”, del realizador uruguayo Martín Sastre; “Sin retorno”, del argentino Miguel Cohan; “Los colores de la montaña”, del colombiano Carlos Arbeláez y la ya antes mencionada “Marimbas del Infierno”, proveniente de Guatemala, son algunos de los filmes que podrían obtener el trofeo.
El documental-ficción de Hernández narra la historia de un músico que toca las marimbas, instrumento nacional de Guatemala. Su vida está en orden hasta que es extorsionado por unos pandilleros y debe huir de su casa. Entremedio se queda sin trabajo y en su desesperación decide modernizar su estilo musical y mezclarlo con heavy metal, para ello se une a un rockero frustrado y crean juntos el grupo "Las Marimbas del Infierno” donde fusionan estos dos estilos musicales". DW conversó con el director.
DW-World. ¿Qué significa para ti estar en el Festival de Cine de Friburgo?
Julio Hernández: Es un festival del cual mis colegas me han hablado bastante bien. Para mí es un halago que se haya seleccionado mi película para la competencia oficial del festival de Friburgo. Esto quiere decir que lograron identificarse con la propuesta que hice y que además se me brinda la gran oportunidad de compartir la película con el público suizo.
¿Por qué te decidiste a mostrar con humor temas tan dramáticos como la marginalidad, la pobreza y la violencia en tu cinta?
Porque son problemas tan cotidianos que en Guatemala suelen verse como normales y porque además intento escaparme del melodrama de las telenovelas latinoamericanas.
¿Fue a propósito rodar una historia minimalista o simplemente es el resultado de un cine de recursos también mínimos?
Ambos casos. Me gusta usar los mínimos recursos porque es un desafío creativo y acentúa un estilo o una propuesta estética. Por otro lado, me interesa ser congruente con las limitaciones que tengo en mí país. Por eso mi cine es muy austero. Sin embargo esa misma sencillez me da una libertdad tremenda y esta libertad me ocasiona una mirada particular. Películas que por su forma y contenido sólo podrían ser guatemaltecas, pero a la vez dicha particularidad tiene cierta dosis de universalidad. Mis personajes son antihéroes y eso los hace humanos, entonces son universales.
Casi no hay producciones provenientes de Guatemala. ¿Por qué es el cine guatemalteco un ente desconocido?
Si hay producción. El año pasado se realizaron 12 largometrajes en Guatemala. Lo que sucede es que nuestro cine no ha tenido la oportunidad de salir afuera. Quizás porque la mayoría de las propuestas tienen la premisa de copiar el modelo hollywodense, aunque no se tenga el mismo presupuesto y eso me parece un grave error. Por eso las películas no entusiasman del todo a los festivales y menos al mercado mundial.
Así como sucedió en tu anterior producción Gasolina, donde optaste por usar a tus vecinos de protagónicos, recurres nuevamente a gente real como los músicos que actúan en Las Marimbas ¿Es tomado como un experimento esto prescinder de actores de verdad?
Me gusta el neorrealismo italiano y me agrada como Robert Bresson analizó el cine con sus notas acerca del cinematógrafo. Quiero hacer un cine muy naturalista, muy sencillo y con actuaciones planas y eso lo consigo mejor usando actores no profesionales. Además los personajes se parecen un poco a mí y bueno yo no soy muy exótico y explosivo para hablar.
¿De qué se trata tu próximo proyecto cinematográfico, “Polvo”, que coproduces con Chile y España?
Guatemala tuvo un conflicto armado que duró 36 años y “Polvo” es la historia de la postguerra en mi país, de la familia y de cómo se convive con la gente que le hizo daño a las personas que uno ama.
También estoy escribiendo un western, ambientado en la Guatemala actual y en la que en vez de caballos se usan bicicletas. Y toca un poco el tema del narcotráfico y se llama “Disparos en la noche, las sombras cambian de lugar”. Además estoy con otro proyecto que es una mezcla de cine negro unida con una historia de amor masculina de adolescentes que hacen skate en Guatemala y que se llama “Hombre Herido”.
Autora: Pamela Schulz
Editor: Pablo Kummetz