Pitillo anti-incendios
18 de noviembre de 2011El ejemplo de la efectividad está en Finlandia: las autoridades del país norteuropeo prohibieron en 2010 la venta de todos aquellos cigarrillos “potencialmente inflamables”, y en el plazo de un año el número de víctimas de incendios causados por el tabaco se ha reducido en un 43%.
Legislaciones similares a la finlandesa existen en Estados Unidos, Canadá y Australia, y a estos países se les suma el conjunto de los Estados comunitarios, que tendrán que encargarse ahora de hacer cumplir el dictamen que Bruselas aprobó ya en 2008. Tiempo han tenido para prepararse, y la mayoría de ellos lo ha hecho, de manera que desde este jueves (17.11.2011) circulan por Europa casi exclusivamente los nuevos pitillos, a un precio que apenas ha variado.
La diferencia, en el papel
Entre 2003 y 2008 murieron en el Viejo Continente alrededor de 1.000 personas y otras 4.000 resultaron heridas porque la llama de un cigarrillo acabó provocando un incendio. En total, 30.000 fuegos de este tipo se registraron en el territorio comunitario durante dicho periodo. Colillas mal apagadas que hacen arder basuras, sofás, alfombras, edificios completos o extensas hectáreas de bosques, intencionada o negligentemente: con todo esto quiere acabar la Comisión Europea (CE) permitiendo sólo pitillos “auto-apagables”.
Unas 500 vidas salvará anualmente el nuevo modelo de cigarrillo, calculan expertos de la CE. Éste ahorrará además miles de euros en daños y contribuirá a evitar catástrofes naturales de valor incalculable. El consumidor, aseguran, no notará la diferencia, que radica en el papel. Unos aros hechos de un material más duro en el cuerpo del pitillo le cortan a la brasa el suministro de oxígeno, por lo que ésta se extingue cuando los alcanza si es que el fumador no inhala.
Seguro realmente, no fumar
Sin embargo, como es de sobra conocido y volvió a recordar el comisario de Salud, John Dalli, la seguridad absoluta no existe. “Un cigarrillo no deja en ningún caso de ser un producto combustible”, declaró el portavoz de la Asociación Tabaquera de Alemania, Peter Königsfeld, a la agencia de noticias dpa. Los datos en los que se basa la UE a la hora de sacar cuentas, puntualizó el vocero, parten de que el 75% -y o el 100%- de los nuevos pitillos debería apagarse en caso de que nadie los fume.
Y más allá de que la tecnología tenga sus déficits, en la mayoría de las ocasiones el tabaco continúa matando por dentro, y no por fuera. Los miles de fallecidos en incendios se encuentran aún muy lejos del medio millón de europeos que cada año perece debido a enfermedades relacionadas con el tabaco. Así, la conclusión de Dalli es clara: “lo más seguro de todo sigue siendo no fumar”.
Autor: Luna Bolívar
Editor: José Ospina Valencia