Carta pro Autodeterminación de Indígenas genera polémica
15 de septiembre de 2007Mientras en Washington se considera “inaceptable” en Canadá se ha dicho que es “errada en sus principios”. Australia, por su parte, se rehúsa a reconocerla porque supuestamente, “se sale del concepto de lo que los australianos entienden como justo”, expreso incluso el mismo ministro para Asuntos Indígenas, Mal Brough.
El documento alude a la libre determinación, entendida como el derecho de los indígenas a "determinar libremente su condición política y perseguir libremente su desarrollo económico, social y cultural". Los 46 artículos de la Declaración reconocen, entre otras cosas, derechos individuales, y colectivos, relativos a la educación, la salud, y el empleo.
Asegurar protección jurídica de tierras de pueblos indígenas
Un aspecto sumamente importante se relaciona con el apego de los indígenas a la tierra. Varios artículos mencionan su derecho a poseerlas, utilizarlas y cultivadas. Señala que los Estados asegurarán el reconocimiento y la protección jurídica de esas tierras, territorios y recursos y que no se procederá a ningún traslado "sin el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas interesados, ni sin un acuerdo previo sobre una indemnización justa y equitativa".
El documento también hace hincapié en la importancia de la educación bilingüe y alude a la adopción de medidas especiales para asegurar el mejoramiento continuo de las condiciones económicas y sociales de los ancianos, mujeres y menores en particular.
GfbV: paso decisivo en lucha por derechos de pueblos autóctonos
En Alemania, la Sociedad para la Protección de los pueblos en Peligro, (Gesellschaft für bedrohte Völker, GfbV), con sede en Göttingen, considera la declaración como “un paso decisivo en la lucha por los Derechos Humanos de los pueblos aborígenes” y aplaude la decisión de la asamblea de Naciones Unidas que “por primera vez fija expresamente sus derechos colectivos”, dice Yvonne Bangert, de la GfbV.
“Instamos a la comunidad de naciones a poner en práctica la decisión de la ONU y a detener la construcción de diques, oleoductos y la explotación de los bosques que afecten a los pueblos indígenas. Los instamos a renegociar con ellos”, apela la Sociedad Internacional para la Protección de los pueblos en Peligro. La GfbV lucha por los derechos de los 370 millones de indígenas que hay en el mundo y tiene el rango de consejera en Naciones Unidas.
Exigen reintegración de indígenas en cordones de miseria
La Declaración de Autodeterminación ha generado grandes esperanzas entre los mismos pueblos indígenas que ahora ven la posibilidad de ser considerados a igual nivel cuando se trate de defender los derechos territoriales.
Antropólogos y sociólogos alemanes proponen la ejecución de programas de reintegración de los miembros de las comunidades indígenas que, desplazados de sus tierras, han tenido que migrar a las grandes ciudades en donde sobreviven en condiciones infrahumanas.
Según la GfbV en el mundo hay 5.000 comunidades indígenas en 75 países. Entre ellos se cuentan unos 40 millones de personas en el continente americano, 84 en la India y otros pueblos en África y Europa.
El Aymara Evo Morales y presidente de Bolivia saluda reconocimiento
Casi todos los pueblos indígenas tienen que luchar por su existencia.
En Indonesia por ejemplo, 300 pueblos indígenas están seriamente amenazados por la extensión de cultivos de palma de aceite, como sucede también en Colombia.
En Brasil, Chile y Ecuador el gran problema es la deforestación y explotación de pozos de gas y petróleo. En Canadá los indígenas son víctimas del racismo, la pobreza absoluta y el robo sus territorios.
El presidente de la organización Global Indigenous Caucus, Les Malezer, destaca que no es que a los indígenas se les haya otorgado ahora “derechos extras” sino que la Declaración de Autodeterminación resume “derechos ya reconocidos, pero hasta ahora negados”.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, indígena Aymara, se alegra de que el mundo, al fin, haya reconocido que “el racismo tiene que ser eliminado. Algo que tienen que entender los que nos tratan de ignorantes y animales”.
La autoderminación de la canciller Merkel
Justamente el Gobierno alemán afronta por estos días diferencias con Pekín por la minoría étnica tibetana. La disposición de la canciller Angela Merkel de recibir al Dalai Lama, máxima autoridad religiosa del Tibet, invadido por China, ha disparado las alarmas en el Gobierno chino que llamó al embajador de Berlín en Pekín a rendir informe personal.
Según la Sociedad para la Protección de los pueblos en Peligro, China ha desterrado a 700.000 miembros de un pueblo nómada tibetano. Contra la violación estatal del derecho a la autodeterminación, siempre es necesario oponerse con determinación.