Bush y Kerry siguen en la lucha
14 de octubre de 2004El tercer debate entre los candidatos a la presidencia estadounidense ya no es titular principal en la prensa alemana. Quizá por cansancio, o porque en esta oportunidad el tema central fue la política interna. O tal vez porque, una vez más, los espectadores se han quedado con la impresión de que la carrera sigue abierta. Ni Bush ni Kerry han perdido por knock out en estos tres rounds verbales, aunque el candidato demócrata también logró hacer una buena figura en el último encuentro y ganar por puntos en las encuestas relámpago. Así lo destaca también la mayor parte de los periódicos germanos.
3 a 0 para Kerry
Tres debates, tres victorias, registran satisfechos los partidarios del retador. Los del aspirante a la reelección aseguran, en cambio, que el presidente lo ha hecho mejor. Pero, como dice el corresponsal del semanario Der Spiegel, lo único claro es que John Kerry ha logrado repuntar y superar la desventaja que llevaba en las encuestas frente a George W. Bush. Que eso baste para arrebatarle la presidencia en noviembre es harina de otro costal.
Desde el punto de vista de la “vieja Europa”, lo notable es que el actual jefe de la Casa Blanca aún logre buenos resultados en los sondeos en temas como seguridad y política exterior. La mayoría de la población europea occidental, que en su momento salió en masa a las calles para protestar contra la intervención militar en Irak, considera que ése es precisamente el flanco más vulnerable de Bush. Más aún después de que los informes de los propios expertos estadounidenses terminaron de echar por tierra hasta el último argumento utilizado para justificar la guerra.
Preocupaciones internas
En cambio, los analistas indican que es Kerry quien recibe mejor puntuación en temas de política interna, como el problema del empleo. Esto podría sorprender, teniendo en cuenta que la tasa de desocupación llega en Estados Unidos a sólo un 5,4%. Es un nivel de ensueño para los alemanes, muchos de los cuales ven es Estados Unidos un modelo a seguir. Pero la realidad estadounidense en este aspecto no es tan satisfactoria como parece. Según hace notar Die Tageszeitung, de Berlín, ese “milagro del empleo” es más bien nominal y depende de las definiciones utilizadas en las estadísticas. Por ejemplo, muchos de los afectados no se contabilizan, porque no reciben subsidios estatales. Según el Instituto de Política Económica de Washington, la desocupación real bien podría superar el 9%.
Esto explicaría por qué el candidato demócrata pudo acatar Bush en el debate, acusándolo de ser responsable de la pérdida de puestos de trabajo en el país. Kerry apuesta, además, por un programa de reformas sociales, en beneficio de los más débiles, que se financiaría eliminando las rebajas tributarias para quienes perciben ingresos superiores a 200.000 dólares anuales. A los estadounidenses les corresponderá ahora decidir en las próximas elecciones, que prometen seguir manteniendo en suspenso a la opinión pública mundial hasta el final.