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Boston: los interrogantes del caso Tsarnaev

Gero Schließ (CP), Washington22 de abril de 2013

Tras la detención de Dzhokhar Tsarnaev quedan aún muchos interrogantes acerca de la actuación de las autoridades policiales y de la difusión de la persecución en los medios.

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Imagen: Reuters

¿Se trató de un acto criminal convencional o de un atentado terrorista? Ese es el principal interrogante abierto luego de la detención de Dzhokhar Tsarnaev, que desató un encendido debate en la opinión pública estadounidense. Si se considerase que es un caso criminal, pasaría a estar bajo la jurisdicción de un tribunal penal. Pero si se lo definiera como un atentado terrorista, entonces se aplicaría la ley de guerra estadounidense, y el responsable en el asunto sería un tribunal militar. De hecho, la fiscalía busca una acusación formal por terrorismo. Pero como el presunto sospechoso Dzhokhar Tsarnaev, según informó el FBI, es ciudadano estadounidense, solo sería posible juzgarlo en un tribunal militar si se lo calificara de “combatiente enemigo”, al igual que a los sospechosos a quienes se mantiene detenidos en Guantánamo. Sin embargo, desde el punto de vista jurídico, es muy controvertido calificar a un ciudadano estadounidense como “combatiente enemigo”, y, aún así, eso es justamente lo que solicitan senadores republicanos como John McCain.

Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev.
Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev.Imagen: picture alliance/AP Photo

El Gobierno estadounidense está, aparentemente, decidido a aplicar el derecho penal en el caso, apoyándose durante el interrogatorio de Tsarnaev en la llamada “excepción por seguridad pública”, que, en casos de sospecha por terrorismo, permite privar temporalmente de sus derechos a los sospechosos. Como consecuencia, no se le leyeron sus derechos durante el arresto, los llamados “derechos Miranda”, es decir, que tiene derecho a guardar silencio y que cualquier cosa que diga puede ser utilizada en su contra, ni se le facilitó la asistencia de un abogado.

ACLU: negar los derechos a un sospechoso es “antiestadounidense”

La organización estadounidense de juristas “American Civil Liberties Union” (ACLU), publicó en su página web una declaración criticando la medida, firmada por su director ejecutivo, Anthony D. Romero, en la que aboga por una interpretación restringida de la “excepción por seguridad pública”, señalando que ésta solo se aplica en casos de amenaza continuada. Básicamente, todos los acusados tienen derecho a que se les explique cuáles son sus derechos.

Aún hay muchas cosas que no quedan claras. No se sabe si la fiscalía expedirá una acusación formal por terrorismo, o si Tsarnaev será juzgado por un tribunal en lo penal. Otro interrogante es cuál sería la pena máxima para Tsarnaev. Asimismo queda por definirse si se le aplicaría la pena capital, lo cual depende de si es acusado por un tribunal provincial o por uno nacional. El Estado de Massachusetts, en cuyos alrededores se produjo la muerte de cuatro personas, no aplica la pena de muerte, pero si se presentaran cargos por terrorismo, el caso sería de competencia federal, y EE. UU como país sí la contempla.

Boston trata de volver a la normalidad tras los atentados.
Boston trata de volver a la normalidad tras los atentados.Imagen: Reuters

El director del “Center of Political Communication” de la Universidad de Delaware, Ralph Begleiter, dijo en entrevista con DW que “no está de acuerdo con la definición que califica a los hermanos Tsarnaev de terroristas. “No son más terroristas que quienes asesinaron a 26 personas en la escuela primaria de Newton. No estoy seguro de que se esté haciendo lo correcto al dividir la Justicia en dos categorías”.

¿Reacciones exageradas de fuerzas de seguridad y medios?

En EE. UU. también la actitud de los medios es objeto de críticas. Después de que emisoras como CNN, Fox News, agencias como AP y periódicos como The Boston Globe publicaron por error que se había detenido a un sospechoso, las autoridades dijeron que se llevó a cabo una política informativa irresponsable. Al mismo tiempo, se pone sobre el tapete el uso que dieron las autoridades a los medios con el fin de informar minuto a minuto a la población. El “New York Times” se refirió a la “compleja relación” entre las fuerzas policiales y los medios de comunicación, que "participaron" de cerca de la persecución; tan de cerca que los espectadores hasta podían escuchar los tiros.

Según Ralph Begleiter, lo vertiginoso de los acontecimientos es lo que hizo que algunos medios hayan fallado en su tarea de informar objetivamente. Sin embargo, subraya, eso no es una excusa, ya que sigue siendo indispensable comprobar la veracidad de la información antes de difundirla. Y al experto, que también fue corresponsal de CNN, le preocupa que el flujo de información en Internet sea tan enorme y corra por vías poco seguras. “Internet ofrece a muchos la posibilidad de expresarse, pero también les ha abierto el acceso a informaciones erróneas y hasta completamente falsas”.

Autor: Gero Schließ (CP), Washington

Editor: José Ospina Valencia