odos contra los radicales de extrema derecha
30 de abril de 2012Paula tiene miedo. Esta cubana de cuarenta años –cuyo verdadero nombre prefiere no desvelar- vive en Beuel, un barrio de Bonn. El 1 de mayo, activistas alemanes de extrema derecha procedentes de la región de Nordhein-Westfalia, quieren manifestarse en la ciudad. “Ese día me quedaré en casa”, dice Paula. Teme que la insulten o la ataquen.
Por lo demás, Paula vive feliz en Bonn. “Normalmente, aquí me siento muy segura”. El barrio de Beuel es una zona tranquila, con casas antiguas restauradas con gusto, avenidas llenas de vida y cafés con terrazas, donde la gente se sienta al sol.
Un barrio en movimiento
La manifestación prevista intranquiliza no solo a Paula, sino a muchos otros habitantes de Bonn. Muchos desean que no se celebre. Incluso Wolfgang Hürter, concejal del distrito de Beuel, se muestra en contra. Sentado en la sala principal del consistorio, Hürter se reúne con representantes de sindicatos, iniciativas juveniles y partidos. Han venido un total unas 100 personas para mostrar su desacuerdo con la manifestación de los radicales de extrema derecha.
Hay algo que les escandaliza sobremanera: a pocos metros del recorrido de la manifestación había antes una sinagoga. Ahora se erige un monumento que recuerda que en aquel lugar fue destrozada por los nazis en 1938. Otro punto candente del recorrido es la plaza del Doctor Weis, que fue un médico judío secuestrado y asesinado por la barbarie nazi.
Varias manifestaciones de extremistas radicales
Desde hace unos años, los radicales de extrema derecha han fijado el 1 de mayo como fecha para sus manifestaciones. Este año hay marchas previstas en varias ciudades; entre ellas, Hamburgo, Dresde y Mannheim. Están convocadas por el partido de extrema derecha NPD, también llamado Partido de Fuerzas Libres y Nacionalistas Autónomos.
En sus pancartas portan mensajes contra Europa, contra el euro y contra los mercados financieros. La manifestación del 1 de mayo en Bonn discurrirá bajo el lema: “Acabar con el sistema financiero. Superar el vasallaje”. Seguramente, muchos otros alemanes comparten estas reivindicaciones. Pero detrás de este mensaje, hay, por ejemplo, una llamada a la unión de todos los alemanes, lo que, naturalmente, excluye a quienes no lo son.
Algunos de los primeros manifestantes que tomaron parte en estas marchas son sobradamente conocidos y han sido incluso condenados. Uno de ellos está en arresto por apoyar una asociación extremista criminal. Wolfgang Hürter no entiende por qué no se prohíbe la manifestación. El riesgo de que se produzcan hechos violentos es tan grande, que justificaría la prohibición. Así se expresa también Lena Schneider, portavoz de la asociación Bonn contra la intolerancia: “Estamos escandalizados. Es nuestro deber oponernos a este tipo de gente"
Amplio apoyo a las acciones en contra
Unas 80 organizaciones, entre ellas sindicatos, partidos y asociaciones eclesiásticas, quieren protestar contra la manifestación neonazi con acciones como vigilias, servicios religiosos y sentadas pacíficas. El objetivo: que los radicales no puedan siquiera salir de la estación de Bonn.
La asociación "Bonn contra la intolerancia" cuenta con apoyo municipal. Una de las últimas resoluciones del Ayuntamiento reza: “Nuestra ciudad está en contra de la violencia, la discriminación, la marginación y el racismo”. El propio Ayuntamiento insta a los ciudadanos a tomar parte en las innumerables acciones contra la manifestación de extrema derecha.
Autor: Nils Naumann/MS
Editor: Enrique López