Asesinato en el Líbano: ¿revelaciones explosivas?
20 de octubre de 2005Hace mucho que un alemán no despertaba tanta atención en el Medio Oriente como la que ha provocado Detlev Mehlis. El fiscal berlinés, encargado de investigar el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri, entregó este jueves su informe al secretario general de la ONU, Kofi Annan. Y ya antes de conocerse el contenido, las especulaciones brotaban como setas en la prensa y los círculos políticos libaneses y sirios. Al fin y al cabo, se daba desde hace tiempo por sentado que las principales sospechas por este crimen conducirían a Damasco.
Repercusiones políticas
El asesinato de Hariri, cometido mediante un atentado explosivo el pasado 14 de febrero, desencadenó en su momento un terremoto político en la región. Tan fuertes fueron sus repercusiones que Siria terminó retirando sus tropas de el Líbano, después de cerca de tres décadas. Ahora, muchos esperan que las revelaciones del informe Mehlis provoquen una sacudida comparable, que podría incluso hacer tambalear al gobierno del presidente libanés, Baschar el Assad.
El fiscal alemán se ve pues en el ojo de una tormenta política eventualmente en ciernes. Y está consciente de ello, como lo dejó en evidencia días atrás, al señalar: "Naturalmente estamos para llevar a cabo la investigación y no para hacer política. Pero no soy ciego y, ciertamente, veo que lo que hacemos tiene enormes repercusiones políticas".
Informe "técnico"
Mucho debe haberse cuidado pues Mehlis de mantenerse estrictamente en el marco de la misión investigadora que le encomendó la ONU. Profesionalmente lo avalan su amplia experiencia de 25 años, en la que pudo anotarse éxitos de marca mayor, como el esclarecimiento del atentado contra la discoteca La Belle, que en 1986 dejó 3 muertos y 200 heridos en Berlín, en el que estuvo implicada Libia. Kofi Annan, de hecho, ya anunció que entregará al Consejo de Seguridad un "informe técnico, jurídico", en el que no se sacan conclusiones políticas. Eso es algo que luego corresponderá, ciertamente, a los gobiernos.
No obstante, en Damasco ya hay quienes se están poniendo el parche antes de la herida. El viceministro de Relaciones Exteriores de ese país, Walid Muallem, señaló en un artículo publicado por el periódico francés Le Figaro, que "Estados Unidos quiere un cambio de gobierno en Siria, porque es el único país de la región que osa resistir a la presión exterior". Según él, Washington busca además "un chivo expiatorio para hacer olvidar el caos imperante en Irak". Muallem prevé que el próximo paso será una resolución pidiendo sanciones contra Siria. También en medios occidentales se prevé que aumentará la presión sobre Damasco. Y de seguro así será, si el informe de Mehlis apunta en su dirección el dedo acusador, por muy técnicos que sean sus términos.