Alemania, orgullosa de su selección
30 de junio de 2008
Cerca de 100.000 aficionados acudieron a la Puerta de Brandeburgo para recibir a los vicecampeones. Tras una noche corta y pese a que llegaron sin copa, la llamada “milla del aficionado” más grande de Alemania se convirtió de nuevo en un mar de banderas tricolores. Los hinchas llevaron una réplica de la Eurocopa hecha con cartón que decía: Danke! (gracias). En una manta se leía: “¡Ustedes son los mejores!”.
El portero Jens Lehmann fue el primero en aparecer en el gigantesco escenario y lanzar una pelota al público, que fue respondida con una larga ovación de la hinchada con la que fueron recibidos uno a uno los jugadores. Un griterío femenino se escuchó cuando aparecieron el mediocampista Bastian Schweinsteiger y luego el delantero Lukas Podolski.
El equipo del entrenador Joachim Löw levantó una gigantesca pancarta en la que se leía: “82 millones (en referencia a la población alemana) +23= un equipo. Los jugadores alemanes se encontraban más serenos y tranquilos después de la amarga derrota en el partido final de la Eurocopa 2008 pero no se les veía con ánimos de fiesta.
Cantando se alegran los corazones
“Obviamente, estamos decepcionados después de haber llegado tan lejos, algo que sin los aficionados no habríamos logrado”, gritó Michael Ballack quien fue el último en llegar con la ceja herida tapada con un parche. También el defensa Philipp Lahm agradeció a los aficionados por la atmósfera grandiosa durante las tres semanas que duró el torneo. Lukas Podolski se quitó los lentes oscuros y animó a cantar a la multitud. “Tenemos un equipo muy joven, que ya ha sido una vez tercero y otra segundo. Ahora tiene que venir otra cosa”, dijo Schweinsteiger, aludiendo al Mundial de Sudáfrica 2010.
Muchos aficionados iban envueltos en una bandera, con pelucas y tatuajes tricolores. “Por Schweini hago cualquier cosa”, dijo Marie, de 15 años que llegó a la milla del aficionado desde temprano con unas amigas y con permiso de su escuela.
Los jugadores llegaron al mediodía en un vuelo especial de Lufthansa provenientes de Viena y fueron recibidos como campeones. Dos camiones de bomberos improvisaron una fuente de bienvenida sobre la pista de aterrizaje. En los corredores del aeropuerto fueron recibidos con arreglos florales que llevaban guapas aeromozas. “Desde el aire sobrevolamos la milla del aficionado, una ronda de honor sobre Berlín que fue impresionante”, dijo el defensa Per Mertesacker.
Recibimiento de campeones
Los jugadores fueron trasladados en dos autobuses que tenían pintadas la frase: “Gracias a los aficionados”. El cortejo iba escoltado por policías motociclistas como se acostumbra según el protocolo con visitas de Estado. En la Puerta de Brandeburgo fueron recibidos por el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, que pidió a los jugadores que firmaran en el libro de visitas de la ciudad.
Expertos y comentaristas reiteraban que los resultados de la Eurocopa si bien no reportaron un título sí confirmaron una tendencia positiva. Durante el Mundial en Alemania hace dos años, la selección quedó en tercer lugar, esta vez en segundo. La renovación iniciada por Jürgen Klinsmann en 2004 y su sucesor Joachim Low, lleva a la selección por el camino acertado.
“Estamos orgullosos de ustedes” declara en su titular el diario sensacionalista Bild, sobre la imagen de Schweinsteiger que llora desconsolado en la cancha. “Con él está en duelo toda Alemania”, dice el rotativo a sus más de 11 millones de lectores. Pero más que ahondar en la desilusión de la derrota el rotativo agradece a los once jugadores por su papel durante las tres semanas del torneo. “Gracias por todo, pese a todo, ustedes son nuestros héroes”.