Alemania da luz verde a construcción de tren magnético de levitación Transrapid en Múnich
25 de septiembre de 2007De la estación ferroviaria central hasta el aeropuerto Franz-Josef Strauß toma hoy un tranvía 45 minutos. El tren de levitación reducirá este tiempo a 10 minutos solamente.”Ahorrarse 35 minutos de viaje llevará a millones de pasajeros a preferir este medio más ecológico, más rápido y más silencioso que el auto contaminante”, espera el consorcio alemán Transrapid.
Se estima que cada año el Transrapid sea utilizado por unos 7,86 millones de pasajeros por año. Una conexión que empezaría a construirse en 2008 para empezar a rodar en 2009 ó 2010.
Siemens y ThyssenKrupp se unen para producir alta tecnología
El tren magnético de levitación Transrapid es construido y vendido por los consorcios alemanes Siemens y ThyssenKrupp. Los mismos responsables del trayecto entre el centro de Shangai y el aeropuerto de esa metrópoli china. La central de construcción de los vagones se encuentra en Kassel y está a cargo de ThyssenKrupp. En Braunschweig y Erlagen, por su parte, están los fuertes de la técnica de tracción, dirección y seguridad.
La propietaria del trayecto de prueba en la localidad bajasajona de Lathen es la empresa bávara Industrieanlagen- Betriebsgesellschaft mbH (IABG), con sede en Ottobrunn. Justamente el accidente sufrido en sus instalaciones y que por error humano causara la muerte a 23 personas es el único accidente que ha tenido este revolucionario medio de transporte.
Inmensos aportes de los contribuyentes en Alemania
Siemens y ThyssenKrupp dicen haber invertido hasta ahora unos 300 millones de euros en la investigación y desarrollo del tren magnético de levitación. La Federación alemana, por su parte, lo ha promovido con 1,2 mil millones de euros. La construcción comercial de la primera línea magnética de levitación en Alemania generaría unas 5.500 plazas de empleo. Unas 850 personas serían necesarias para el funcionamiento del tren una vez construido.
A pesar de la relevancia del avance tecnológico que representa el Transrapid, los altos costos han alimentado un debate que lleva años en Alemania. Un proyecto que además ha sido profundamente politizado. El anuncio de su aprobación por parte del Gobierno nacional ha saltado, incluso, las alarmas de uno de los grandes críticos del plan, el alcalde de la misma ciudad de Múnich, el socialdemócrata Christian Ude que ya amenazó con entablar una demanda si la capital bávara aprueba la construcción. En ese caso, según el ministro bávaro de Economía, Erwin Huber, la única instancia responsable sería la Corte Federal de Administración.
Más movilidad y mejor protección del Medio Ambiente
Peer Steinbrück, ministro alemán de Hacienda, ha advertido, por su lado, que tiene serias dudas sobre los cálculos financieros presentados por el saliente primer ministro de Baviera, el democristiano Edmund Stoiber. El ministro de Hacienda ha puesto de presente que la construcción del Transrapid sobrepasará los costos estimados en 1,85 mil millones de euros y que el aporte del 50 % prometido por la Federación será exactamente de 925 millones “y ni un céntimo más”.
Cierto es que en la Unión Europea, con sus casi 30 miembros con los que se elevará en los próximos años la población a unos 560 millones de habitantes, necesitará medios de transporte rápidos y ecológicos. Y ni la movilidad ni la protección de la naturaleza han sido nunca baratas.