Alemania contra Turquía
21 de junio de 2008Tal vez el fútbol logre en una sola noche lo que no han logrado innumerables esfuerzos de políticos: impulsar en dos medios tiempos la integración. La turca es la minoría más grande de extranjeros en Alemania. Con alrededor de dos millones de habitantes son un grupo importante, uno que es calificado por políticos y medios, de inadaptado.
El encuentro del próximo 25 de junio en Basilea será revelador. O impera la fiesta entre hermanos o es motivo de discordia mayor.
Integración redonda
El encuentro inédito entre las selecciones de Alemania y Turquía en una semifinal de Eurocopa podría convertirse en un momento de catarsis para dos pueblos que conviven desde hace mucho sin poder realmente acercarse. Sería deseable que desencadenara la mayor fiesta germano-turca jamás vivida en Alemania.
Como sea, en Berlín se espera que miles de personas de ambas nacionalidades se den cita frente a la emblemática Puerta de Brandenburgo para seguir las vivencias de este encuentro semifinal.
Con motivo del partido, las autoridades berlinesas habilitarán en el histórico lugar un espacio para seguir el encuentro delante de pantallas gigantes, rememorando la experiencia festiva vivida hace dos años durante el Mundial de fútbol de Alemania 2006.
La policía espera a cientos de miles abanderados o con los colores negro, rojo y oro de Alemania o rojo y blanco con media luna turca.
El prólogo a la gran fiesta del miércoles se registró la noche del viernes al sábado, cuando 50.000 turcos salieron a las calles de Berlín a festejar el triunfo en penales ante Croacia. Las caravanas de automóviles, la gente bailando, cantando y portando banderas turcas desencadenaron una fiesta popular, prácticamente sin incidentes. “Parecía una segunda fiesta de año nuevo", según el resumen de la policía capitalina.
Berlín, donde viven unas 160.000 personas de origen turco, es considerada la segunda capital turca.
Por su parte las plantas de producción del fabricante automotor Mercedes Benz quedarán paralizadas el próximo miércoles con motivo del partido de semifinales. El presidente de Daimler, Dieter Zetsche, autorizó la paralización, para que los trabajadores puedan seguir las instancias del partido. La plantilla de Daimler tiene una gran cuota de trabajadores de origen turco y el propio Zetsche nació en Estambul.
¿Habrá sorpresa turca?
En el campo las cosas parecen claras.
Aunque muchos jugadores alemanes se quedaron con la boca abierta cuando vieron la remontada de los turcos y expresan respeto por el equipo de la media luna, Alemania sienten que están a sólo un paso de luchar por un triunfo histórico, 12 años después de su último título.
Christoph Metzelder indicó que la fórmula para ganar será imponer desde el principio fútbol de potencia física, que no resistirán los turcos. Los alemanes tienen además en cuenta las bajas del rival: tras su segunda amarilla no estarán Tuncay, Arda ni Emre Asik, en tanto que el arquero Volkan Demirel arrastra dos partidos de suspensión.
También faltará el delantero turco Nihat Kahveci a causa de una lesión que sufrió durante el encuentro de cuartos de final ante Croacia.