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Alemania busca la colaboración rusa

Luna Bolívar Manaut21 de diciembre de 2006

No sólo la energía da importancia a Rusia. El a veces complicado vecino del norte tiene voz en demasiadas cuestiones como para ser ignorado. Frank-Walter Steinmeier, ministro alemán de Exteriores, se encuentra en Moscú.

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Steinmeier presenta un programa ambicioso para la presidencia alemana.Imagen: AP

"La energía es un aspecto central de nuestras relaciones, pero sólo uno […] Rusia es imprescindible para encontrar soluciones a los conflictos internacionales. Basta con pensar en Oriente Próximo, en Kósovo o en el contencioso abierto por el programa nuclear iraní", resumía Frank-Walter Steinmeier en declaraciones al diario alemán Süddeutsche Zeitung.

Außenminister Frank-Walter Steinmeyer stellt Programm zur deutschen EU-Ratspräsidentschaft vor
Alemania: presidenta de la UE durante el primer semestre de 2007.Imagen: AP

Ciertamente, Alemania va a necesitar la colaboración rusa para solventar con éxito su apretada agenda europea. Berlín asume en enero de 2007 sus seis meses de presidencia y los temas en el tintero de la UE no son poca cosa. Las expectativas, y por ende la presión que recae sobre espaldas alemanas, son enormes.

Tres cuestiones tendrán prioridad: revivir el Cuarteto para Oriente Próximo con el objetivo de estabilizar la situación en la zona, solucionar el interrogante abierto sobre el futuro de Kósovo, que implica más que el mero hecho de fijar o no su definitiva independencia, y a nivel interno de la UE, el desafío de sacar adelante un plan con fechas para la aprobación de la Constitución europea. Por lo menos, la buena marcha de los dos primeros puntos será inviable si Rusia no pone algo de su parte.

Un tratado no aplazable

Durante el periodo de presidencia europea de Alemania, Rusia y la UE tendrán que firmar un nuevo tratado bilateral, al que Polonia impone sus reticencias. Pero no sólo por parte de los polacos se escuchan objeciones. Defensores de los derechos humanos y otros críticos desaprueban lo que en su opinión es un doble juego de la UE: el de enarbolar la bandera del Estado de derecho por un lado, y esconderla cuando los intereses la tornan inapropiada, por el otro.

Steinmeier in Moskau
Frank-Walter Steinmeier visita Moscú.Imagen: picture-alliance/ dpa

Steinmeier continuó hoy con la visita oficial a Moscú que iniciara ayer. Esta mañana se reunió con su homólogo ruso, Sergej Lavrov. Por la tarde, el ministro alemán se encontró con el presidente ruso, Vladimir Putin y luego también con opositores, entre ellos el ex campeón mundial de ajedrez Garri Kasparov, y organizaciones no gubernamentales.

El Gobierno ruso debe esforzarse por esclarecer las muertes de sus opositores políticos, declaró el político alemán en Moscú a modo de pequeña regañina con la que demostrar que el tema de los derechos humanos no está archivado en ningún cajón del que no pueda extraerse.

Concretamente, Steinmeier llamó hoy en Moscú al Gobierno ruso a aclarar rápidamente los asesinatos del ex agente del KGB Alexander Livtinenko y la periodista crítica Anna Politovskaya. "En Moscú se sabe bien que ambos asesinatos tienen el potencial para dañar a Rusia", agregó.

Sin embargo, Steinmeier reconoció al Süddeutsche Zeitung que "el tratado [con Rusia] no puede permanecer eternamente bloqueado". Rusia suministra la cuarta parte del gas y el petróleo que llega a la Unión Europea. Que la estabilidad energética esté garantizada es fundamental para la Unión. Pero, además, existen otros elementos que ocupan su lugar en este puzzle de relaciones diplomáticas.

Oriente Próximo y Balcanes

Palästina Bewaffneter Anhänger der Hamas im Gaza Stadt
Escalada de violencia de Oriente Próximo.Imagen: AP

Tras la entrevista de Steinmeier con Lavrov, los ministros de Exteriores anunciaron que la siguiente reunión del Cuarteto para Oriente Próximo no se hará esperar. Como muy tarde, Ruisa y Alemania quieren que las cuatro partes (UE, Rusia, EE. UU, ONU) se sienten conjuntamente en enero de 2007 para encontrar una salida a la crisis en la región. Los altercados del pasado fin de semana, después de que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, anunciara su intención de celebrar elecciones anticipadas, y el bloqueo del proceso de paz con Israel desde que la organización radical islámica Hamás se hiciera cargo del Gobierno palestino a principios de 2006, muestran la necesidad de implicar a mediadores internacionales en la búsqueda de un acuerdo.

Demonstration Pristina, Kosovo (28.11.2006)
Alemania quiere fijar de una vez el futuro de Kósovo.Imagen: AP

Quizás Kósovo no pueda compararse con la escalada de violencia que se vive en Oriente Próximo, pero es igualmente fundamental para la Unión Europea: en este pequeño enclave se juegan muchas cosas. Por un lado, poner punto y final de una vez por todas a la guerra en los Balcanes. Desde 1999, Kósovo se encuentra bajo administración de Naciones Unidas y su futuro sigue pendiente de la voluntad política.

Serbia se aferra a sus intenciones de soberanía sobre este territorio. Al mismo tiempo, Serbia aspira a ingresar en la UE. Pero las negociaciones están bloqueadas porque en Bruselas no se percibe que Serbia esté colaborando suficientemente en la persecución de criminales de guerra. Aunque Steinmeier asegura que el destino de Kósovo y el de Serbia no deben mezclarse, la división no resulta sencilla. Como tradicional defensora de los intereses serbios, Rusia es una compañera obligatoria en el camino hacia la normalización de esta región, que no deja de ser una parte de Europa.