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Afganistán: segunda vuelta electoral

20 de octubre de 2009

El presidente afgano, Hamid Karzai, dijo este martes que la decisión de las autoridades electorales de Afganistán de celebrar una segunda vuelta electoral en noviembre es legal y constitucional.

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Afganistán volverá a votar.Imagen: AP

"Creemos que la decisión del IEC (Comisión Electoral Independiente) es legítima, legal y constitucional y que fortalece el camino hacia la democracia", dijo Karzai en declaraciones a la televisión afgana.

Con la decisión del presidente Karzai finaliza la amenaza de un caos general en Afganistán. Al menos por el momento. Dos meses después de las elecciones presidenciales había demasiada presión sobre el presidente.

El mandatario fue conminado hasta último minuto entre bastidores por representantes de Estados Unidos y de la comunidad internacional a aceptar las irregularidades en los comicios. Durante la rueda de prensa de este martes en Kabul, Karzai intentó ponerle al mal tiempo buena cara.

Aceptó unos resultados electorales que lo colocaron debajo del 50 por ciento, la marca necesaria para la mayoría absoluta. Y anunció después una segunda vuelta entre él y su rival Abdullah Abdullah, prevista para el 7 de noviembre.

Mohamad Nur, portavoz de la IEC designada por el Gobierno afgano, puntualizó que se realizará una segunda ronda electoral porque "Karzai obtuvo el 49,67 por ciento y no superó el 50 por ciento".

Proceso democrático

Karzai había sostenido hasta ahora que él no había ordenado un fraude electoral y que, de todas maneras, las manipulaciones no habían sido tan considerables como reportaban los medios internacionales. Fuentes cercanas a Karzai impulsaron hasta último momento la versión de una conspiración de Estados Unidos y el Reino Unido para robarle su victoria electoral. La IEC, cercana a Karzai, consideraba que el presidente había alcanzado el 54,6 por ciento de los apoyos, muy por delante del 27,8 por ciento de Abdullah.

Los partidarios de Karzai se quejan sobre la "influencia desde el extranjero" sobre la Comisión de Quejas (ECC, por sus siglas en inglés), a cargo de investigar el fraude. El hecho de que la ECC, respaldada por la ONU, cambiase la fórmula de cálculo en medio del proceso de revisión dio pie al rumor de que se estaban adecuando los métodos de investigación al resultado deseado por Occidente.

Hasta el último momento se temió que Karzai no aceptase la investigación de la ECC, que es inapelable según la propia Constitución afgana. Las consecuencias para el proceso democrático y elecciones futuras en el país asiático hubieran sido incalculables.

Cuenta regresiva…

La segunda vuelta es una bendición y una maldición a la vez. Lo primero, porque podría devolver un poco de legitimidad al desacreditado proceso electoral. Y una maldición porque pone al país y a la comunidad internacional frente a inmensos problemas.

Quedan dos semanas y media para organizar las elecciones. Más plazo no hay, debido a la próxima irrupción del invierno. Salvo que los comicios se aplacen hasta comienzos del próximo año y con ello, la incertidumbre.

Los talibanes volverán a aprovechar las elecciones para demostrar su poder. Ya el pasado 20 de agosto pasó a la historia afgana como el día con más atentados y ataques desde el comienzo de las operaciones militares en el país.

La esperanza expresada por Karzai de que en lugar de seis millones de personas, como el 20 de agosto, el próximo 7 de noviembre acudan de "diez a 15 millones" a votar, es una quimera. Los expertos temen que la participación caiga por debajo del 38,7 por ciento registrado por la IEC en la primera vuelta.

Si nadie va a votar, la legitimidad de un futuro gobierno volvería a estar en entredicho. Las principales preocupaciones, sin embargo, tienen que ver con el posible fraude electoral. Y es que nadie puede garantizar que en la segunda vuelta no se vuelvan a manipular votos como en la primera jornada.

Autor: DPA/AFP/REUTERS/CHP

Editor: Claudia Herrera Pahl